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Política de Estado

  • 15 junio 2021 /

    Es lo que hay, suele decirse cuando con realismo se evalúan las condiciones sociales con toda su gran variedad y, precisamente, a ellas habrá que dar respuesta con la visión también de superación y mejoramiento a lo que “habrá”, ya que seguir la lloradera y los lamentos a causa del atraso solo conduce con mayor velocidad hacia el abismo, cuyo fondo no acabamos de tocar, para, desde él, concentrar las fuerzas e impulsar la ruta de salida.

    En reciente estudio del Cohep, la Unah y Usaid, el escenario presentado es el mismo o parecido al de hace décadas, por lo que habrá que aceptar responsablemente el hoy e iniciar a mirar con confianza en el mañana en la medida en que la aceptación de las condiciones actuales proporcione fuerzas y recursos para acercarnos en verdad a los que seguimos proponiendo, por generaciones, como objetivos y metas para el mejoramiento de la calidad de vida.

    En el centro de toda política de Estado debiera estar la creación y multiplicación de oportunidades de trabajo, que no significa aumentar la burocracia, puestos, carga y no fuentes de riqueza. Por ello cuanto más aumentan las planillas en el presupuesto nacional, menor serán las posibilidades de empleo a través de obras de infraestructura, construcción de viviendas y atracción de inversiones.

    Estamos terminando el primer semestre de este también atípico año. Para la segunda mitad hay algunas buenas noticias, de esas que tanta falta hacen a miles de familias hondureñas y a miles de jóvenes con educación universitaria o simplemente con casi terminada la secundaria. Es lo que hay, y para cinco mil de ellos se despejará el horizonte con la actividad laboral en nuestro país de la fábrica más grande de ropa deportiva en el istmo centroamericano.

    Hay capital humano en nuestro país cuya capacitación y adiestramiento abre posibilidades de inversión. Aquello de multiplicar los títulos gerenciales, las especialidades en recursos humanos y la exhibición de diploma en las hojas de vida pueden deslumbrar, pero hay trabajos que en estos tiempos urgen más para dar respuestas al hoy.

    La visión necesaria del mañana no debiera incrementar la miopía sobre el hoy y, mucho menos, crear una retórica o demagogia, como si el bienestar y la calidad de vida de los hondureños estuviese en niveles gerenciales. La reciente feria de trabajo no inventó el agua caliente, pero sí proporcionó evidencia, como en espejo plano, del grave problema del desempleo.

    En los próximos meses iniciará labores la mayor empresa de fabricación de ropa deportiva del área. Crear empleo productivo o de servicio, protegerlo y evitar, por todos los medios, su destrucción debiera ser política de Estado.