Las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, fueron tan conciliadoras que echaron por tierra la ruta de la recuperación, la prosperidad y el bienestar deseado en la creciente campaña proselitista, camino hacia las elecciones de noviembre, en las que el presidente Trump sueña con la reelección. Faltan meses, pero ya hay demasiados cartuchos quemados para aferrarse a la euforia del America First.
“No estamos pensando en subir los intereses, ni quiera pensando en pensar en subir los tipos de interés… Es elevada la incertidumbre y considerable el riesgo”. Es el sombrío panorama, aguafiestas, presentado por el titular de la política monetaria de Estados Unidos, contrapuesto a las vertiginosas alzas en el mundo financiero, cuyo fondo se movió vertiginosamente en apresuradas y nerviosas ventas, aprovechadas por las grandes firmas, ahora frustradas por la visión de la Fed.
También el Banco de la Reserva Federal de Nueva York puso una lápida a las ilusiones inmediatas, pues “seguimos en una situación muy complicada”, aunque la atrevida predicción considera “tocar fondo” al final del primer semestre del año, con mejoras en la segunda parte del año, pues “es un declive extremo en la actividad económica y una penuria enorme para las personas”.
Hablando se entiende la gente, y en el mundo de las finanzas no solo son las palabras, sino también el tono, y las pausas en la pronunciación son más que expresivas para quienes saben y quieren interpretarlas. Las ventas masivas alimentaron las llamas de horas mágicas que incendiaron los mercados, sobre los cuales el diagnóstico de la Fed enfocó las mangueras, “la recuperación no llega hoy ni mañana, está lejos aún”.
Si así es descrito el panorama económico y financiero de la Unión Americana, para nuestro país las secuelas ya han comenzado, tal y como lo reconoce el Banco Central con las divisas, que han disminuido en los últimos meses por la pandemia. El desempleo en Estados Unidos, que golpea más duro a los migrantes, afectará notablemente las remesas, así como a las exportaciones, con golpe directo en las reservas internacionales.