05/12/2025
09:15 PM

Incondicionalismo

    Las y los integrantes del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, en reunión sostenida hace poco más de una semana, convocados por la presidenta Xiomara Castro para analizar la decisión adoptada de dar por cancelado el tratado de extradición con Estados Unidos, por unanimidad avalaron con sus votos tal determinación, que muy pronto empezará, según muchos analistas, a repercutir, de manera totalmente desfavorable, para la nación, que experimentará mayores niveles de violencia, inseguridad, desprotección, y la consolidará como santuario del narcotráfico local e internacional y el lavado de activos, fortaleza de la corrupción e impunidad.

    Adicionalmente, dicen las mismas voces, la denuncia del tratado afectará la absolutamente necesaria y permanente cooperación con países amigos, en alianzas estratégicas para la detección y combate del cultivo, elaboración, comercio y distribución de estupefacientes.

    Nuestra frágil institucionalidad, incluyendo el Poder Judicial, los órganos investigativos y represivos, con un sistema carcelario en el que prevalece la introducción de drogas y armas, fuga de reos en colaboración con autoridades penitenciaras, asesinato de reclusos, evidencia que será imposible enfrentar las ofensivas de los capos en los seis meses previos a la derogación del referido tratado.

    Aun así, quienes asistieron a tal reunión, fueron incapaces y/o no desearon hacerle ver a la mandataria, el cúmulo de consecuencias de tal decisión, que fue adoptada sin un previo y exhaustivo análisis de los costos y beneficios, si los hubiera.

    Si alguno o alguna de los participantes pensó en algún momento exponer sus dudas, su pensamiento crítico, optó por el silencio cómplice, careciendo de integridad y valentía para disentir de la mayoría. Al fin y al cabo son “los hombres” de la presidenta, de la Comandante General.

    Prevaleció el incondicionalismo, el oportunismo, el “quedar bien” con la titular del Poder Ejecutivo, el “no conviene”, para no arriesgar la estabilidad en sus cargos y remuneraciones. El interés personal se impuso a cualquier otra consideración. Razones de peso, numismáticas y de conveniencia, ganaron la partida una vez más.

    Con ello, perjudican y debilitan aún más al actual gobierno, en vez de fortalecerlo.

    Lejos de hacerle un favor a la mandataria, la han perjudicado. El tiempo lo confirmará, más pronto de lo que se piensa.