El Estado hondureño debe presentar ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos, solicitud contentiva de sus argumentos que acreditan ser el verdadero y único propietario de los Cayos Zapotillos, que forman parte de nuestro dominio insular. Distan de Puerto Cortes 50 kilómetros al noroeste, situados 135 kilómetros al oeste de la isla de Utila.
Su nombre deriva de los primeros árboles sembrados por los colonos, hoy están cultivados de cocoteros, en sus alrededores se encuentran esponjas y tortugas de carey. Desde el periodo colonial han formado parte de la entonces provincia de Honduras.
Cuando se construyó la Fortaleza de San Fernando de Omoa, edificada para contrarrestar los establecimientos ingleses ubicados en las costas del Golfo de Honduras; su edificación se inició en 1759, inaugurada oficialmente en 1775.
Los materiales de construcción provenían de los Cayos Zapotillos. Ya en periodo republicano continuaron formando parte de nuestro territorio, incorporados administrativamente al departamento de Cortés.
Así, tanto histórica, geográfica y jurídicamente pertenecen a Honduras desde siempre. El capitulo II, artículo 10 de nuestra Constitución Política, los incorpora como pertenecientes a Honduras.
Belice los reclama como suyos, sosteniendo que “desde principios del siglo XIX... forman parte de su territorio”, algo refutado por la documentación existente tanto en archivos españoles como hondureños.
En noviembre de 2022 solicitó ante la Corte Internacional de Justicia “una resolución definitiva vinculante de conformidad con el Derecho Internacional”.
Toca ahora a Honduras presentar sus primeros argumentos refutando tal pretensión beliceña, para lo cual nuestra cancillería ha contactado a prominentes internacionalistas, algunos de los cuales prestaron sus servicios profesionales defendieron previamente a nuestro país con ocasión de la disputa limítrofe con El Salvador que culminó con el fallo de la Corte Internacional de Justicia en 1992, que confirmó, en su mayor parte, nuestros derechos soberanos en la frontera terrestre y marítima colindante con el vecino país.
Toca ahora apuntalar la defensa de nuestra soberanía insular con el acopio de la información cartográfica, histórica y jurídica pertinente, a efecto de reforzar nuestros planteamientos.
Es oportuno, ademas, recordarle al Congreso Nacional que tiene pendiente ratificar el tratado de límites marítimos suscrito entre Honduras y Nicaragua el 27 de octubre de 2021, tema de primer orden que no ha sido incorporado aun en la agenda legislativa, pese a su importancia.