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Cuentas y cuentos

  • 30 agosto 2022 /

    Echaron cuentas que al final quedaron en cuentos de manera que se cumplen dos años en que las autoridades municipales han desviado e ilegalmente utilizado la cuota que los sampedranos entregan anualmente para sostener, equipar y atender el Cuerpo de Bomberos local. Tras unos meses de “cuento” sonaron las sirenas de emergencias, pues ya no hay ni para pagar la planilla mensual.

    Este nefasto comportamiento es ya una plaga en el gobierno local, pues todavía está en el recuerdo cuando deducían muy normal y responsablemente la cuota del IHSS en la planilla mensual, pero no se entregaba, iba a las arcas municipales.

    El Seguro respondió y no entregó el impuesto municipal cobrado a principio de año. ¿Quién resultaba víctima? Los empleados municipales a quienes se había deducido, pero se les negaba la atención.

    Han pasado dos años desde la última entrega de recursos de los retenidos en la municipalidad y eso de la transparencia, rendimiento de cuentas y uso legal y apropiado de los fondos no aparece por ningún lado.

    Al contrario, todo se complica con la multa por la mora de tal manera que se enreda lo recaudado en el cobro municipal y el castigo por el retraso o la apropiación temporal de los millones y claro, menos es nada pareciera ser el pensar de los apagafuegos que se aferran a aquello de que la esperanza es lo último que se pierde.

    ¡Absurdo en la administración de bienes públicos!

    Esta precaria y emergente situación no es de la noche a la mañana, pues a principios de año las autoridades municipales se comprometieron a honrar la deuda en 24 cuotas, pero ahora resulta que la pena del 7% mensual por incumplimiento es presentada como el gran obstáculo para sostener irresponsablemente una deuda sobre la que debieran identificarse los intereses de más de 153 millones de lempiras en estos dos años.

    Pero no. No solo no se hace justicia a los afectados, sino que, incluso, se demanda beneficiar a la municipalidad receptora del desvío y hasta del uso inapropiado de los millones.

    La transparencia en la administración de los recursos municipales se mueve en un ambiente de oscuridad, es decir, lo cual nos conduce a la ruta de inequidad. Para algunos, el grifo corre pronto y abundante, para otros, con derecho a recibir y usar recursos a ellos destinados las barreras se levantan en claro y rasante menosprecio de los ciudadanos que proporcionan recursos con finalidad determinada claramente en la ley. “Echaron cuentas que terminaron en cuentos”.