Cuando conducimos un vehículo automotor, la prudencia aconseja, además del sentido común, que estemos pendientes y alertas en todo momento mientras recorremos calles y avenidas: en un instante, sea por fatiga, distracción, atender llamadas telefónicas, cualquier percance puede ocurrir, con resultados trágicos.
El creciente número de accidentes automovilísticos deben no solo preocuparnos, igualmente adoptar medidas preventivas para, cuando menos, reducir su frecuencia y número. En esta campaña deben colaborar también los pasajeros de unidades de transporte colectivo, denunciando ante las autoridades de tránsito a motoristas que manejan de manera temeraria, sea porque compiten con otros para llegar más rápido al punto de destino, sea por andar en estado de ebriedad o haber consumido estupefacientes. Los propietarios de tales autobuses no deben abusar de sus empleados al frente de un volante, imponiéndoles jornadas laborales excesivas que conducen al cansancio físico y mental del motorista.
Quienes manejan recuerden que nuestras carreteras no son autopistas y que el deterioro provocado por las lluvias fácilmente están dañando el pavimento, afectando tanto a automóviles como buses.
Los importadores de autorrepuestos deben adquirirlos con garantía de calidad por parte de quienes los abastecen. Quienes importan vehículos deben comprobar el estado mecánico de las unidades con el fin de no engañar al comprador con chatarras, ya descartadas en los países en donde se adquieren.
En ocasiones son los peatones los causantes de lesiones al no adoptar precaución al momento de cruzar calles y carreteras.
La educación vial es fundamental, tanto para niños, adolescentes como adultos. Aquellas campañas preventivas con lemas tales como “Cuál es el apuro”, “Si maneja, no beba”, “Maneje seguro” deben formar parte de la concienciación de quienes conducen autos, camiones y buses. Las revisiones periódicas respecto al estado de frenos, llantas y líquidos forman parte de la responsabilidad de propietarios de automotores.
Los dueños de ganado también forman parte de accidentes, al permitir que sus semovientes transiten por carreteras, incluso en altas horas de la noche, cuando la oscuridad reinante reduce significativamente la visibilidad de los conductores.
Solo de manera responsable, coordinada, eficiente, periódica es que lograremos reducir muertes, lesiones físicas, traumas psicológicos que provocan, además de pérdidas de seres humanos, daños económicos severos.