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Cohesión, unidad

  • 06 diciembre 2022 /

    Numerosos son los llamados a la unidad, sin perder el valor de la diversidad, para lograr objetivos y alcanzar metas que nos proporcionen la confianza y nos ayuden a recuperar la credibilidad en nuestras autoridades y el sistema, pues de lo contrario cada uno navegará hacia su propio rumbo y aunque haya tormentas no todos vamos en el mismo barco, muchos de los cuales zozobrarán por su fragilidad.

    Aunque enfrentemos con visión y decisión los graves problemas de hoy, es urgente y necesario favorecer con prioridad la cohesión social como gran fuerza colectiva para lograr el mejoramiento de la calidad de vida en el marco de la ley, de manera que sea para todos, sin excepción alguna, el parámetro para crear la imagen de la sociedad sin distorsión. La autoestima y el orgullo de país son dos puntales fundamentales en la convivencia armónica y en la democracia real y participativa.

    La fortaleza, fruto de la cohesión, es aún una tarea por hacer en la familia, que deberá recibir respaldo firme de la escuela y de la comunidad como base firme para la necesaria unión en la búsqueda confiada de intereses comunes que en nuestro caso se mueven en niveles de supervivencia por el abismo de la inseguridad y el paso veloz de la pobreza extrema. Necesitamos desarrollar equidad, igualdad ante la ley eliminando privilegios y haciendo prevalecer los derechos de todos.

    Estamos en una ruta donde no hay propuestas firmes, convincentes y reales de la meta, de lo que nos puede esperar al final del camino que comenzamos con exposición de inventarios, no siempre creíbles, pero que poco a poco aparecen las invenciones. “Echan cuentas que terminan en cuento”, según la exposición de autor español en el libro “El infinito en un junco”.

    Factores internos señalados a diario y externos cada vez más evidentes atentan contra la cohesión social con el individualismo y el mensaje mesiánico de salvación y bienestar particular presentados como triunfo que abre puertas y recibe el ciego reconocimiento en una sociedad donde la división crea la gran barrera para trazar y recorrer la ruta hacia un mejor futuro con esfuerzo y sacrificio de todos en el presente. Ese “todos” no entra en las categorías y valoración del mundo cuyos integrantes saben muy bien “nadar y esconder la ropa”.

    La incertidumbre es mayor por la debilidad en la credibilidad y confianza en quienes nos gobiernan que ahuyenta los aislados esfuerzos para fortalecer la cohesión social, hoy en grave crisis por la violencia, la discriminación, la pobreza y el fuerte sentimiento revanchista en la conducción de la administración pública.