26/03/2023
06:52 AM

Caos urbano

    Los lamentables disturbios ocurridos recientemente en el centro de San Pedro Sula, que dejó saldo de policías heridos y dos personas detenidas, además de daños materiales a comercios y al Palacio Municipal, son producto del crecimiento desordenado y en ascenso de vendedores dispersos de manera desordenada en avenidas y calles citadinas, que obstaculizan el paso de peatones y el tráfico vehicular, además de competir de manera desleal con almacenes y tiendas que pagan impuestos para ejercer su actividad.

    Esta problemática no es nueva, por el contrario, ha ido acumulándose sin que los distintos alcaldes hayan buscado soluciones equitativas y duraderas.

    Hoy vemos los resultados de este conflicto que estuvo a punto de degenerar en actos vandálicos de imprevisibles consecuencias.

    Tanto el alcalde Roberto Contreras como la dirigencia de las y los vendedores deben sostener diálogos constructivos, presentando propuestas y alternativas de solución, deponiendo actitudes intransigentes, ya que de una parte todas y todos tenemos el derecho al trabajo, siempre y cuando lo ejercitemos dentro de la ley, y de otra es totalmente necesario y urgente la aplicación del Plan Maestro de Desarrollo Municipal, de manera gradual, pero sostenida, con metas de corto, mediano y largo alcance, abandonando la improvisación.

    La sugerencia formulada por el Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras relativa a que es oportuno que el alcalde Contreras de haga asesorar profesionalmente, debe ser aceptada y bienvenida por este funcionario.

    Con respecto a las reciprocas demandas y denuncias interpuestas por ambas partes, deben ser las autoridades judiciales las que emitan sentencias conforme a derecho, previa exhaustivas investigaciones.

    San Pedro Sula crece vertiginosamente tanto por la llegada de compatriotas procedentes de otros departamentos de la geografía patria como por el aumento demográfico de la población local, que implica la construcción de viviendas e infraestructura.

    Tal expansión urbana requiere de planificación y ordenamiento territorial por parte de equipos integrados por arquitectos, ingenieros, urbanistas, ambientalistas, economistas, sociólogos, trabajando de manera coordinada y con visión de conjunto.

    Debemos recuperar el orgullo de vivir en esta acogedora ciudad, el dinamo y punto focal del comercio e industria nacional.

    Para que continúe siendo poseedora de calidad de vida debemos involucrarnos todos y todas, sin excepción.