24/04/2024
05:32 AM

Aeropuertos

    Los aeropuertos con los servicios en ellos instalados para atender las exigencias legales y las atenciones de entrada o salida de los viajeros son la primera cara visible del país, de manera que quienes llegan o salen tienen su propia experiencia de acuerdo a como le “ha ido en la feria”, según el adagio popular. Son muchos los problemas, pero donde se apriete sale pus, lo cual es evidencia de infección a atacar para evitar enfermedad, males mayores.

    Recientemente, este diario se ha referido en distintas oportunidades al estado del aeropuerto Ramón Villeda Morales, puerta de entrada y salida de la Capital Industrial del país. ¿Qué impresiones se llevan los viajeros que utilizan sus instalaciones? No son muy positivas, puesto que desde la bajada del avión hay que tener paciencia franciscana para pasar migración, llegar a aduana con larga espera del equipaje y llegar a la sala de espera, donde en horas de la mañana la aglomeración de personas apenas permite mover los pies.

    En este ambiente se genera una opinión desfavorable que, sin duda, afecta a la industria sin chimenea, el turismo, aunque las cifras se maquillan con mayor llegada de hondureños residentes en otros países. Pero hablar de turismo, de viajeros que llegan para visitar promocionados sitios arqueológicos, descansar y disfrutar en las playas, visitar ciudades, dedicarse a la aventura, mochila al lomo, o participar en reuniones o negocios es tema condicionado a las diligentes.

    Si la alerta por deterioro sonó en el Villeda Morales, el aeropuerto Golosón de La Ceiba se ha unido a tan infausta situación por el daño en el equipo, de manera que en la terminal han tenido que volver a la antigüita, controles para registrarse e inspección de equipaje manual, generando largas filas y malestar por la prolongada espera.

    Los problemas son calificados de imprevistos, pero las previsiones deben incluirse en la agenda diaria de la empresa, de manera que se eviten las dificultades e inconvenientes de los viajeros, sobre los que no debieran recaer las deficiencias en la operación de las terminales aéreas. En la Cámara de Turismo de La Ceiba se escuchó el malestar por la situación “increíble” que causa vergüenza en quienes se esmeran por proyectar la mejor imagen de la Novia de Honduras.

    El turismo, a nivel mundial, despertó con gran ansia de viajar, de salir en búsqueda de experiencia y aventura tras los largos días de pandemia. Por ello resulta desalentador que Honduras no esté mejor preparada para recibir a los viajeros, cuya primera experiencia y las posteriores en el país fuesen invitación sincera a volver.