El Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, escribió: “Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”. Y esa es una clave para ser productivo en estos tiempos de coronavirus. Concéntrese en el día de hoy. Porque pasar suspirando por ese pasado tan reciente y en lo bien que nos iba antes de la crisis, o angustiados por lo que el futuro nos deparará, es demasiada carga anímica y acaba inmovilizándonos. Si usted lo piensa bien, vivimos cada día en el medio de dos eternidades, el pasado que bueno o malo no podemos modificar ya, y el futuro en el que no nos es dado actuar. Pero el hoy, bien vivido, es nuestro.
David J. Schwartz, en su extraordinario libro “La magia de pensar en grande”, nos dice: “Cada problema trae en su seno la semilla de un beneficio equivalente o mayor”. Y William James, considerado por muchos como el padre de la psicología moderna, lo expresaba así: “El descubrimiento más grande de mi generación es que podemos cambiar toda nuestra vida, cambiando nuestra actitud mental”. Yo creo profundamente en esto.
Hemos vivido una Semana Santa totalmente atípica. En medio de todo ello, nuestra elección es la actitud con que hemos de vivir esta época tan especial.
LO NEGATIVO: Abandonarnos a la idea de solamente sobrevivir.
LO POSITIVO: Saber que aún en estos momentos difíciles, hay forma de vivir y prosperar.