En 2004, más allá de la costa oeste de Sumatra, un megaterremoto subacuático agitó los sensores sísmicos en todo el mundo, ya que dicho movimiento telúrico duró más de ocho minutos y medio, arrastrando millones de toneladas de roca hasta once kilómetros sobre el lecho marino; la rotación de la Tierra se alteró y la duración de los días se acortó por un par de microsegundos siendo un terremoto de proporciones bíblicas, olas de hasta treinta metros golpearon las costas llegando a producir la desaparición de algunas islas. Un tsunami o maremoto es el desplazamiento de olas que produce un incremento en el nivel del mar. Su nombre proviene de dos raíces japonesas: Tsu, que significa muelle, y nami, ola, este nombre fue dado por pescadores japoneses, quienes al llegar al muelle después de un día en el mar ver todo destruido, en algunos casos se ve que el agua se aleja impresionantemente de la costa, pero en otros casos eso no ocurre, recientemente el terremoto en Turquía y Siria de magnitud 7.8, que alcanzó el sismo a solo 24 kilómetros de la superficie, dejó un centenar de réplicas y lamentablemente muchos muertos, ya que fue muy temprano donde todos estaban durmiendo y no hubo tiempo de reaccionar, más el mal tiempo el cual desafortunadamente afectó mucho. Nos unimos a todas las familias que vivieron momentos difíciles.
Qué tiempos estamos viviendo hoy en día. “Pues habrá más angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande”. Mateo 24:21 NTV. La sociedad está obsesionada con reconstrucciones extremas de casas, carros, rostros en una búsqueda rápida de la felicidad, el mundo está buscando algo diferente”. Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto”. Romanos 8:22 NTV. Un tsunami es un agente de cambio de imagen extremo, es de estar preparados.
