16/04/2024
09:53 AM

Tratado ineficiente

Los líderes mundiales desembarcaron en Nueva York de jets que emiten carbono –en el Día de la Tierra– para firmar el Tratado Climático de París, el tratado mundial más costoso jamás visto.

El Tratado de París implica una gran jugada. No solo se compromete a limitar el aumento de la temperatura global a 2°C por encima de los niveles preindustriales. El texto va más allá y dice que los líderes mundiales se comprometen a mantener el aumento “muy por debajo de 2°C”, y tratarán de limitarlo a 1.5°C.

Pero esto es solo retórica. Mi propia investigación revisada por pares midió el impacto de todas las naciones cumpliendo con todas las principales promesas de reducción de carbono en el tratado de aquí a 2030. He encontrado que la reducción total de la temperatura será de tan solo 0.048°C para el año 2100.

Incluso si estas promesas se extendieran por otros 70 años, entonces, todas las promesas reducirán los aumentos de temperatura en 0.17°C para el año 2100. Esto es muy similar a un pronunciamiento de los economistas en el MIT.

Sin embargo, vamos a escuchar reivindicaciones de defensores del medio ambiente alegando que el tratado va a hacer mucho más. Pero deberíamos verificar sus matemáticas. Tales afirmaciones se basan en escenarios completamente irreales donde los gobiernos hacen poco ahora, pero se embarcan en políticas increíblemente ambiciosas de reducción de carbono después de 2030. Dado que es difícil saber si el Tratado de París resistirá los resultados, incluso de las elecciones de Estados Unidos de este año, parece imprudente predecir que los gobiernos de repente se volverán dramáticamente más ambiciosos de acá a quince años.

Además, la historia nos da razón para el escepticismo. El único tratado mundial para reducir el carbono -el Protocolo de Kioto- falló como es bien sabido cuando nunca fue ratificado por los EUA., y finalmente fue abandonado por Canadá, Rusia y Japón. Incluso antes de eso, el tratado tenía agujeros tan grandes que nunca estuvo destinado a lograr nada.

Por propios cálculos de las Naciones Unidas, este tratado solo alcanzará a menos del 1% de las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con las temperaturas planteadas como objetivo. El 99% del problema se deja para que los líderes del mañana lidien con ellos.

¿Y cuál es el costo de hacer tales recortes endebles? Los modelos muestran que el costo total para el año 2030 posiblemente aumente a US$2 billones anuales. Este probablemente será el tratado más caro de la historia del mundo.

Tratar de reducir el dióxido de carbono, incluso con un impuesto eficiente sobre el carbono, hará más cara a la energía barata -y esto retardará el crecimiento económico. La tecnología verde actual sigue siendo muy ineficiente, por lo que todavía requiere subsidios significativos.

Lo que se necesita para resolver el calentamiento global es un aumento masivo en la investigación y el desarrollo de tecnologías de energías verdes. Esto es, por mucho, la forma más eficaz y eficiente de encontrar nuevas tecnologías energéticas de avanzada que serán tan baratas que podrán ser más competitivas que los combustibles fósiles. Si eso sucede, habremos solucionado el calentamiento global, porque todo el mundo se cambiará a estas fuentes de energía verde más baratas.

La coalición de la innovación de energía verde respaldada por el filántropo Bill Gates, líderes empresariales y alrededor de 20 gobiernos dispuesta a duplicar la I+D global en energía verde es una excelente iniciativa, y es probable que logre mucho más que el Tratado de París. He discutido durante una década por este enorme aumento en el gasto en investigación y desarrollo de tecnología energética verde.

Pero el fondo Gates es solo un comienzo. Un panel de premios Nobel para el proyecto del Copenhague Consensus sobre el Clima encontró que no deberíamos simplemente duplicar la I+D, sino hacer un aumento de 10 veces para llegar a por lo menos US$100 mil millones por año. Lamentablemente, ese no será el foco del Tratado firmado en las Naciones Unidas este Día de la Tierra. En medio de las consignas políticas a favor y en contra, deberíamos tener en mente que debemos responder al cambio climático, pero este tratado hará muy poco a un costo muy alto.

(*) Bjorn Lomborg es director del Copenhagen Consensus Center y autor de los best seller “El ecologista escéptico” y “Cool It”. Es considerado una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time, una de las 75 personas más influyentes del siglo XXI por la revista Esquire y una de las 50 personas capaces de salvar el planeta por el periódico The Guardian, del Reino Unido.