Camilo Rivera Girón nació en La Esperanza, Intibucá, el 17 de mayo de 1913, hijo de Camilo Rivera Guevara y Mercedes Girón. Sus estudios primarios y de secundaria los realizó en La Esperanza y ahí tuvo la fortuna de ser discípulo del profesor Ibrahim Gamero Idiáquez, quien realizaba su práctica de campo como recién graduado en la Escuela Normal de Varones de Tegucigalpa. Don Ibrahim ejerció una profunda influencia positiva en Camilito, de tal suerte que, puedo afirmar, el triunfo de este personaje trascendental se debe a esos consejos sabios, su triunfo y su trayectoria como hombre cabal.
Cuando se gradúa en el instituto, promoción 1933 -1934, gobernaba Tiburcio Carías Andino y el colegio lo dirigía el profesor Rodolfo Z. Velázquez. Camilo Rivera sabía que no iba a conseguir trabajo en Intibucá porque era liberal y don Rodolfo, quien dirigía al Partido Nacional en Intibucá, no lo permitiría. Por esta circunstancia y tras los pasos de su hermano mayor Arturo Rivera Girón, quien trabajaba como agente de la Compañía Singer, tío Camilo comenzó como agente a vender, pero luego obtuvo una oferta de trabajo en una escuela rural de San Pedro Sula, puesto que finalmente no consigue, ya que cuando piden referencias suyas a La Esperanza, don Rodolfo insiste en que es liberal y no puede trabajar como maestro.
Por suerte, su antiguo maestro Don Ibrahim Gamero Idiáquez dirigía las escuelas de la United Fruit Co. y él, previo a la aprobación de un examen, lo incorpora a la escuela Esteban Guardiola, nombre que seguramente sugirió el profesor Gamero porque don Esteban fue su maestro en la Normal. Tío Camilo comenzó a ejercer como docente y tenía, nuevamente, contacto diario con el profesor Gamero, quien siguió influyendo en la formación del tío Camilo. Rápidamente aprendió y dominó el inglés y eso le permitió dedicarse, en su tiempo libre, a enseñar español a los norteamericanos que llegaban a trabajar con la compañía bananera. Esta actividad docente le permitió la amistad de importantes personeros de la United y por tales amigos logró su traslado al área agrícola al cargo de mandador de finca, trabajo que desempeñó en varios campos bananeros con éxito porque conocía perfectamente las tareas: más tarde llegó a desempeñarse como superintendente general de la United, cargo que por primera vez desempeñaba un hondureño.
La compañía lo jubiló y como compensación le dio dos fincas para que las administrara como bananero independiente y que él nominó Intibucá y Mercedes, el nombre de su madre. Como militante liberal trabajó arduamente, junto con su hermano Arturo, en la campaña de Ramón Villeda Morales, que llega a la Presidencia de la República en 1958. Tío Camilo ocupa la gobernación de Cortés y tío Arturo la gerencia del Ferrocarril Nacional. Tío Arturo murió de un cáncer gástrico. El gobierno liberal no concluyó porque Oswaldo López Arellano dio un golpe de Estado y tuvo en sus manos al país por casi dos décadas. Durante el golpe fue encarcelado.
Posteriormente, cuando el régimen militar impone el impuesto sobre venta del 3%, obreros y campesinos se unen por vez primera para ir al paro general. López Arellano logra desbaratar la huelga violentamente y pone prisioneros a los dirigentes empresariales y obreros, entre ellos, tío Camilo.
Él y un grupo de empresarios sampedranos comenzaron a sentirse aprisionados por un régimen que impedía el libre desarrollo de la empresa privada y la transformación capitalista de la economía, y para impulsar esas ideas fundan diario La Prensa, que recibió su primer golpe durante la huelga contra el 3% al cerrarlo por la tiranía militar durante largo tiempo.
Al caer el régimen de López Arellano, cuando dirigía un régimen con importantes transformaciones en la economía y la política, acusado de recibir un soborno para bajar el impuesto al banano de exportación aprobado con el respaldo de la Unión que aglutinaba a los países bananeros liderados por Omar Torrijos, tío Camilo forma parte de la comisión investigadora, encontrándolo culpable. Él esperaba que el pueblo, al oír el informe, saliera a las calles y quisiera linchar a López Arellano. No pasó nada.
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