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Por si acaso

  • 27 octubre 2024 /
Emy James

Octubre casi llega a su fin y con esto una lluvia de historias de horror a las pantallas del cine y la televisión para celebrar el Día de Brujas, incluso en los países latinoamericanos, donde hace apenas unos años estas fiestas eran casi inexistentes, a diferencia de los anglosajones, donde Halloween (Holy Evening) sí que es una costumbre de hace muchos años atrás. Y es que las personas creían firmemente que la tarde anterior al Día de Todos los Santos (1 de noviembre), los fantasmas de los muertos rondaban la Tierra. Para ahuyentarlos, colocaban calabazas en el patio de sus casas, no sin antes cortarlas en forma de caras espantosas, incluso les colocaban candelas encendidas dentro. También se vestían a manera de parecer espectros para que los “verdaderos espectros” no los molestaran creyendo que se trataba de uno más de ellos. En la actualidad, esta tradición sigue intacta en muchísimos lugares.

Y hablando de historias terroríficas, seguramente en la vida real hallaríamos algunas mucho más interesantes, basta con sumergirnos un poco en la lectura al respecto para enterarnos; por ejemplo, de que el célebre compositor polaco Frederic Chopin tenía mucho miedo de ser enterrado vivo (y quién no, nos preguntaríamos), y es que en sus tiempos se sabía de muchos casos, por lo que se acostumbraba meter una campanita dentro de los ataúdes, de ahí aquello de “salvado por la campana”. Pero el artista fue un poquito más allá, tanto era su temor. En cuanto su médico le informó a la temprana edad de 39 años que estaba desahuciado, hizo todos los arreglos pertinentes: al ocurrir su muerte en octubre de 1849 (hasta el momento no se saben las causas, ya que el informe forense se perdió), le sacaron el corazón y lo colocaron en un recipiente con cognac, mismo que se encuentra en una iglesia en Varsovia. Su cuerpo (descorazonado) descansa en París, donde muriera el famoso músico.

Podríamos mencionar también la biografía de Vlad Tepes, que es una verdaderamente escalofriante, de principio a fin. Este noble rumano que inspiró la creación del famoso Drácula fue responsable de miles de crueles decesos y su medio favorito, el empalamiento, es por demás espeluznante. Sorprende enterarnos hoy en día que tiene un pariente muy famoso (Robert Pattinson) interpretando (precisamente) papeles de vampiro, pero claro, el chico no es responsable de descender de semejante personaje.

Pero volviendo a la mencionada campanilla, fue la publicación de la obra “El entierro prematuro” del autor norteamericano Edgar Allan Poe (quien por cierto, al igual que Chopin, murió en octubre de causas desconocidas) a mediados del siglo XIX, fue este cuento lo que suscitó que mucha gente de la época hiciera arreglos para ser sepultada con una campana dentro de su féretro... por si acaso.