“Ningún hombre es más grande que el que se vence, a sí mismo por cumplir con su deber”, Eugenio de Hostos. Ejercer dominio propio significa vivir con moderación, necesitas tomar decisiones de calidad y disciplina para poder ejercer el dominio propio. Las afrentas que existen en la sociedad lo evidenciamos en las calles, la forma cómo la gente maneja, en la política, deporte, todas las áreas de una sociedad convulsiva; muchos problemas son resultado de la falta de dominio propio.
Las deudas financieras surgen sino puedes controlar tus gastos, la salud se ve afectada por tus malos hábitos alimenticios. La filosofía actual se vive como quieras, ten lo que quieras y tienes el derecho de vivir como te dé la gana. Así es, puedes jugar hoy por tu vida y pagar mañana o decidir pagar hoy con sacrificio y disfrutar mañana. “Ningún hombre es verdaderamente libre hasta que no se domine así mismo”.
- Epictetus, el filósofo griego, dijo que una persona sin dominio propio no tiene éxito y no logra controlar sus pensamientos y es de doble ánimo, se deja manipular fácilmente y se vuelve inconstante, es conflictivo, arrogante, chismoso, falto de sabiduría y de prudencia.
Es fundamental que tengamos siempre en cuenta una verdad poderosa: el apóstol expresa “Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero” Hechos 24:25 RVR60. Es una verdad que la falta de dominio propio es un problema latente en la humanidad, las familias, hogares. Una vida de éxito es el reflejo del dominio propio, el apóstol Pablo lo expresa. ¿No saben que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero solo uno obtiene el premio? Corran de tal modo que ganen. Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Nunca desmaye lo que haga en el presente incide en la eternidad.