En esa última semana que suele haber entre la Navidad y el Año Nuevo, invariablemente recuerdo a mi madre y a mi viejo cuaderno de tareas en el primer grado. Tenía mi padre un restaurante en el centro mismo de la Ciudad de México, donde nací. Debió ser un buen negocio, pero esclavizaba a mis padres casi por completo, porque tenían que dedicarle muchas horas de trabajo.
Mi hermano mayor y yo asistíamos a la misma escuela. Cuando regresábamos por la tarde, corríamos para abrazar a mi madre, que siempre estaba pendiente a de la hora de llegada. Recuerdo que comíamos allí mismo, en una de las mesas del restaurante, y luego nos ponían en una bodeguita para hacer “la tarea”, los deberes escolares que invariablemente nos dejaban nuestros maestros. Y yo tenía que hacerla en un cuaderno que, al paso de los días, y el poco cuidado que yo le había dado, se había deteriorado increíblemente. Estaba enroscado de las esquinas, manchado de huevo y completamente lleno de borrones y tachaduras. ¡Cómo lo recuerdo! Muchas veces le supliqué a mi madre que me comprara otro. Pero ella se empecinó en que terminara el año con las hojas que todavía quedaban en blanco. Finalizaron las clases. Y al poco tiempo, me enteré de que comenzaban otra vez. El primer día de clase el profesor me dio una lista con los nuevos útiles. Y yo la llevé a mi madre. Aquella tarde ella salió de compras. Jamás podré olvidar la emoción al recibirlos. Revisé uno por uno, pero no encontré el “cuaderno de tareas”, temí que se me pidiera usar el viejo. Pero no, mi madre tenía uno nuevo en la mano y me lo entregó diciendo: “A ver si este sí lo cuidas”. Me juré que lo cuidaría, y escribiría todo con “buena letra”.
Cuando viene el nuevo año, en esa última semana que suele haber entre la Navidad y el cambio de año, invariablemente recuerdo a mi madre y a mi viejo “cuaderno de tareas”. Y es que, con la llegada de cada año, en cierta forma a todos se nos entrega un cuaderno limpio. No importa la forma en que hayamos usado el del año anterior. ¡Ahora tenemos un cuaderno limpio que representa el año nuevo!
LO NEGATIVO: No percibir la oportunidad que eso nos brinda en este año nuevo.
LO POSITIVO: Decidirnos a “escribir con buena letra” en ese cuaderno que es el 2025.
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