Ser familia creativa en el amor
En estos momentos sean creativos con las expresiones de cariño, sobre todo si uno de los miembros de la familia sale por trabajo o por necesidad. El amor es inventivo.
Ser familia educadora de la fe
En tiempos de crisis se crece en la fe o se sucumbe a la desesperación. Por tanto, los padres sean los primeros catequistas de sus hijos, enseñándoles a confiar en Dios en la prueba. La oración en familia es esencial.
Familia, medicina del alma
En Semana Santa, ante el misterio grandioso de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, la familia tiene que ser medicina para ella misma. Aprender y enseñar a perdonar y a pedir perdón es una buena manera de sanar heridas.
Ser familia santa, amiga de Dios
No olvidarse de Dios. Él es el Señor de la historia y permanece en nuestros hogares y nos acompaña en las dificultades. No desesperar ni perder la confianza en su Providencia. Esto significa también ser prudentes. San Ireneo de Lyon decía: “Cuando Dios trabaja, el hombre suda”.
No solo de Facebook vive el hombre
Evitemos el peligro de, por el hecho de estar en cuarentena, vivir aislados de las personas que nos rodean. Si hay un tiempo para Internet, que sea limitado. No es bueno pasar demasiado tiempo en la red, aún para cosas que creamos buenas. Si se nos pide evitar el contacto unos con otros, que no llegue al extremo de no tener comunicación entre nosotros. Dios nos invita a ser santuario de vida, nos protejamos y busquemos el camino de la reconciliación, a pocos días de la fiesta de la Pascua.