26/07/2024
08:54 AM

La política
de Taiwán

José Azcona

En la política taiwanesa ha ido ganando fuerza el Partido Demócrata. Su origen es en la población nativa de la isla, que ha tenido una experiencia distinta a la del continente. La isla fue colonia japonesa durante 60 años (1895 a 1945), y este imperio le dio un enfoque de crecimiento y asimilación a su gobierno. Por tanto, para cuando la República China tomó el control de la isla, la población nativa lo consideraba otra invasión más (rebelándose en 1947).

El Kuomintang (Partido Nacionalista) es la otra fuerza política, históricamente dominante. Es el heredero de la República China, y por tanto tiene una identidad unionista y anti independentista. Aunque parezca contradictorio, pues fue el enemigo del estado comunista continental surgido en 1949, este es el que tiene la posición más afín a la de la República Popular China.

Las probabilidades de un proceso pacífico de reunificación son muy distintas de los casos de Macao y Hong Kong, que son vistas como análogas. Independientemente de la suspicacia que puede generar el manejo de la crisis política de Hong Kong, el hecho de que estos territorios nunca tuvieron soberanía propia hace difícil pensar que la formula podría aplicar a un estado operativamente independiente.

Si Taiwán declara su independencia las dos limitantes (velocidad y pocos daños) se vuelven menores. Esto es abiertamente declarado por el gobierno chino como una posición oficial (invasión si hay secesión), la cual merece ser considerada con total seriedad. La supervivencia del régimen dependería de tomar acción, y necesita non habet legem.

Por tanto, conviene la conservación del statu quo por un periodo indefinido. Taiwán no debe avanzar hacia la independencia formal, y la República Popular China debe tener paciencia y prudencia. Eventualmente, la evolución social y política hará posible una solución equitativa y aceptable para todos.