“Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura”: Víctor Hugo.
Es fundamental reconocer que el envejecimiento puede variar de una persona a otra, por factores genéticos, el estilo de vida y la salud en general. Tomar abundante agua, el cuidado e higiene del sueño y poder descansar considerablemente; esto contribuye a la salud biológica y minimiza los riesgos de enfermedades lo cual es fundamental el poder descansar de 7 a 8 horas.
La mezcla de ejercicio físico como actividad cardiovascular ayuda a los procesos degenerativos que sean menores, si se dedica a levantar peso en forma moderada y ordenada, aumenta la densidad ósea y la masa muscular fortaleciendo los tendones y ligamentos, la cual genera resistencia y ayuda al metabolismo; la dieta equilibrada con una nutrición saludable, el vivir con una mentalidad sana y cuidando los pensamientos, sentimientos y la autoestima, esto contribuye a un bienestar y retrasa el envejecimiento, el estrés crónico desencadena procesos inflamatorios y afecta la salud de las personas.
Es evidente que en el envejecimiento la piel seca aparece, la tendencia de arrugas y ganar peso; a nivel mental la alteración de la memoria, el insomnio, aparece e impide regenerarse, es fundamental el poder ingerir la melatonina para el estrés oxidativo y las inflamaciones.
Los valores de esta generación de jóvenes las cuales definen su forma de proceder y de pensar para hacer lo correcto en virtud de apreciarse a sí mismos, es un llamado al respeto, responsabilidad, tolerancia, perdón, humildad y solidaridad.
“La luz del Señor penetra el espíritu humano y pone al descubierto cada intención oculta, el amor inagotable y la fidelidad protegen al rey; su trono se afianza por medio de su amor. La Gloria de los jóvenes es su fuerza; las canas de la experiencia son el esplendor de los ancianos”. Proverbios 20:27-29.NTV.
“La juventud necesita modelos no críticos”: John Wooden.