23/04/2024
11:29 AM

La catedral en nuevas manos

Renán Martínez

La mítica catedral de San Pedro Sula está en manos del prelado irlandés Miguel Lenihan desde el pasado sábado cuando se la entregó simbólicamente monseñor Ángel Garachana Pérez. Los apóstoles, plasmados en el interior de la cúpula por los pinceles del artista libanés Jacobo Fanous, parecían observar desde lo alto a sus homólogos en la tierra, llegados de diferentes partes del país, y al pueblo, durante la histórica celebración.

El emblemático templo comenzó a construirse en 1949 bajo la dirección del ingeniero salvadoreño Pablo Barahona y el italiano Emilio Arocni. Sin embargo, estos fueron delegando la responsabilidad en el humilde maestro de obra Orlando Andino, como si hubiesen presentido que la muerte no les permitiría llegar al final del proyecto. Casi cuarenta años permaneció Andino interpretando croquis y planos entre el olor a cal y cemento, para ver materializado el templo que, por aquel entonces, era su sueño y el de los sampedranos.

El otro sueño se le cumplió a los 76 años, al casarse en la catedral con su compañera de toda la vida, Alejandrina Díaz con quien solamente estaba unido por lo civil. El constructor estuvo llegando a la catedral todos los lunes como si fuera a visitar a una hija, hasta que falleció hace unos seis años. Los feligreses que también disfrutaban la quietud del santuario en aquellos lunes desolados, no sabían que el hombre a su lado, de piel estropeada por el tiempo y el rigor del trabajo, fue quien logró terminar la obra majestuosa guiado por los planos que dejaron sus diseñadores.

La cripta, localizada en el primer nivel de la catedral, es uno de los sitios que más impresionan a los turistas cuando llegan a conocer más de la ciudad. Bajo las baldosas del piso está enterrada una urna que contiene la primera piedra de la construcción, monedas antiguas de plata y documentos de la época. Tales reliquias serán exhumadas, al cumplirse 200 años de haber iniciado aquellos trabajos. Los actos de asunción de monseñor Lenihan como primer arzobispo de San Pedro Sula, incluyeron una visita a la cripta en donde están emparedados los ataúdes de los párrocos Antonio Capdevilla, José García Villas y Jaime Brufau. Allí también está sepultado el sacerdote Juan Sartre cuyo cuerpo fue trasladado, personalmente por Orlando Andino, de la vieja iglesia de madera en donde el religioso fue inhumado originalmente, a la magistral obra.