Un promedio de 7,300 menores ha sido deportado en este año 2024 de diferentes puntos fronterizos, especialmente de Estados Unidos, México y Guatemala, 3,257 niñas y 4,043 niños. 5,700 viajaron acompañados y 1,597 solos. E igual, miles de menores acompañados o solos han logrado traspasar la frontera estadounidense en los últimos años.
Entre 2019 y 2024, un promedio de 500,000 menores han estado en custodia por las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Toda esa emigración es un valioso tesoro de juventud que se “fuga” de los países que los ven nacer y partir, en el caso de Honduras, una nación de población aproximada a los 10,300,000 habitantes, donde el 51% son jóvenes que se van huyendo de donde no encontraron las oportunidades de educación, salud, trabajo, seguridad, y toman sus propias decisiones de emigrar en pequeños grupos o en extensas caravanas. Más otro porcentaje que son llevados por traficantes de personas, conocidos como los “coyotes” que han convertido en gran negocio cobrado en dólares.
Y los gobiernos de turno simulan lamentar estos éxodos de esos emigrantes, que son los que solamente este año de enero a septiembre mandaron en la remesa familiar de 7,194,300 de dólares.
Más los emigrantes hondureños que han sido adoptados por el gobierno mexicano y que se han quedado a vivir y trabajar y han comenzado mandar remesas familiares a sus parientes que dejaron en Honduras.
La emigración de hondureños para España en los últimos años ha sido impresionante, un promedio de 180,000 están registrados, más los ilegales que envían un promedio de 1,000 millones de euros anuales. Por eso, la expresión común “me voy para la USA” o “me voy para España” en un país llamado Honduras.