07/10/2024
10:37 PM

Imagínese

  • 28 julio 2024 /
Emy James

Antes de la internet teníamos muchísima más oportunidad de imaginación. Cuando veíamos la firma en las pinturas, escuchábamos la voz en la radio, leíamos el libro del escritor, escuchábamos al cantante, recitábamos la prosa del poeta, no podíamos sino imaginarnos su rostro, sus ademanes, su cabello, su mirada.

Nuestro cerebro tiene áreas específicas encargadas de la imaginación, del pensamiento abstracto. Estas áreas se encuentran en la corteza frontal que es una de las estructuras más recientemente “adheridas” a nuestro encéfalo luego de millones de años de evolución, y en el hemisferio derecho.

Como es de todos sabido, es muy importante mantener todas estas estructuras en actividad, evitar que caigan en desuso porque si no lo usamos, lo perdemos. David del Rosario, neurocientífico español nos explica, por ejemplo, que cuando dejamos de hacer ejercicio físico estamos perdiendo cinco por ciento de masa muscular a la semana y un dos por ciento de masa ósea al mes! Porque claro, el organismo, no alimenta esa parte del cuerpo porque entiende que no se está usando. “La famosa regla del ‘use it or lose it’”. Algo parecido sucede con nuestro intelecto. En estos tiempos de locura cibernética ya no estamos dándole tanto espacio a la imaginación, ni a la creatividad.

Tampoco permitimos que los otros lo hagan, compramos un regalo “sorpresa” y mandamos la foto antes de entregarlo, por mencionar solo algo.

Está todo tan fácil y al alcance de nuestras manos que no podemos evitar buscar de manera inmediata el rostro de ese presentador(a) que escuchamos todas las mañanas en la radio, al del autor de esa novela que leemos por las noches, al cantante que llevamos puesto en el auto, en fin, queremos verlo todo, ya no nos queremos imaginar nada.

Y bueno, esto no podría ser del todo negativo (muy pocas cosas lo son, en realidad) porque, por ejemplo, si uno es un estudioso del imperio romano y sus emperadores, si ha leído mucho acerca de sus proezas, sus particulares vidas y vivencias, uno estaría encantado con la inteligencia artificial que hoy en día nos está mostrando el posible rostro, color de piel, de ojos, en estos magníficos personajes históricos. Uno podría sentir que ahora los conoce y comprende un poquito más.

Pero de todas maneras hay que intentar dejar espacio y un “toque de misterio” en todas las cosas como dice Ricardo Montaner en su canción, porque, como continúa diciendo su letra; es una buena manera de avivar el deseo y la curiosidad. Como buenos humanos que somos, en cuanto sentimos que todo está visto y dicho, perdemos el interés... y a otra cosa.

Está bien dejar volar la imaginación de vez en cuando, no solo por los beneficios a nivel neuronal ya mencionados sino porque al hacerlo, somos un poquito más felices.