13/01/2025
06:26 PM

¿Es usted un “sí”
o un “no”?

Jibsam Melgares

En sus días como presidente, Tomás Jefferson y un grupo de amigos estaban viajando a caballo por el país. Llegaron a un río que se había desbordado por una reciente lluvia torrencial. La creciente había arrastrado el puente. Cada jinete se vio obligado a atravesar el río a lomo de caballo y luchando a brazo partido contra la feroz corriente. La posibilidad de morir era muy real para todos, lo que hizo que un viajero que no era parte del grupo se hiciera a un lado y se pusiera a observar.

Después de que varios se lanzaron al torrente y lograron llegar a la otra orilla, el desconocido le pidió al presidente Jefferson si podría llevarlo en su caballo para cruzar el río. El presidente aceptó sin vacilar. El hombre se subió al caballo y poco después los dos llegaron seguros a la otra orilla. Al desmontarse del caballo y pisar tierra firme, uno del grupo le preguntó al viajero: “Dime, ¿por qué elegiste pedirle el favor al presidente?”. El hombre se quedó aturdido y dijo que no tenía ni idea que había sido el presidente quien lo había ayudado. “Todo lo que sé”, dijo, “es que en algunas de sus caras tenían escrita la respuesta ‘No’, y en otras la respuesta era ‘Sí’. La cara del presidente era un ‘Sí’”.

El deseo de ayudar a los demás se refleja en acciones y actitudes. La historia de Tomás Jefferson cruzando el río demuestra que la verdadera generosidad y disposición para ayudar no dependen del estatus o la posición de una persona, sino de su carácter. Jefferson no dudó en asistir a un desconocido en un momento de necesidad, mostrando que su corazón estaba dispuesto a decir “Sí” donde otros podrían haber dicho “No”.

Esta actitud de apertura y disposición a ayudar puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes nos rodean. Le invito a ser un “Sí” en un mundo lleno de “No”.