Pedro Sánchez Pérez-Castejón, madrileño economista del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sale por segunda vez presidente del Gobierno de España. Con un extenso currículo político, pues desde que se inscribió como correligionario en el año 1993 ha ocupado diversos cargos: secretario general de esta institución política e igual diputado y otros cargos. Sánchez conoce bien el Palacio de Moncloa, pues con su experiencia en su primer mandato presidencial tiene bien identificado ese palacio ejecutivo, ya que desde el 2 de junio de 2018 que tomó posesión conoce al “dedillo” hasta las entradas y las salidas que tiene este edificio histórico, emblemático y político.
Fue el Congreso español -como órgano oficial- el que reeligió el jueves pasado 16 de noviembre a Sánchez como mandatario por segunda vez consecutiva y con una clara votación de 179 votos a su favor; es decir, tres votos más de la mayoría absoluta, que son 176, entre un total de 350 diputados.
Su tradicional opositor, el Partido Popular (PP), desde 2018 con su último presidente, el gallego Mariano Rajoy Brey, que dejó ese puesto ejecutivo, ahora tendrán que esperar una década, pues Sánchez terminaría su mandato presidencial en junio de 2027.
Interesantes los primeros mensajes del jueves pasado del presidente Sánchez al anunciar que la verdadera democracia es parte fundamental y posible si los perdedores aceptan la derrota, y a la vez prometió buscar un gobierno de coalición.
Importante mensaje en especial para los pueblos hispanos descendientes, al comprometerse en seguir teniendo buenas relaciones integrales recíprocamente.
La presidenta hondureña Xiomara Castro Sarmiento fue de las primeras en felicitar al presidente Sánchez por su afinidad política e ideológica, además porque sabe que más de 40,000 hondureños viven en España, empezando por el embajador Marlon Brevé, “emigrante” de un país llamado Honduras.
