03/10/2024
09:01 AM

En nombre de Morazán

Renán Martínez

La figura de Francisco Morazán, cuyo natalicio se celebra el jueves, resalta egregia en el panorama político y militar de Centroamérica en 1829 cuando derrocó a los conservadores Manuel José Arce y Mariano Aycinena quienes habían usurpado, desde el poder, el gobierno de la naciente Federación formada por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

Gracias a la popularidad que Morazán conquistó con esa gesta heroica, fue electo presidente federal con 202 votos contra 103 que obtuvo su contendiente conservador José Cecilio del Valle.

Así comenzó la eterna lucha por el poder entre liberales y conservadores que se asentó en la República de Honduras después que se desintegró la federación centroamericana que Morazán defendió a fuego y espada.

Debemos recordar que Morazán gobernó Centroamérica en dos períodos consecutivos. El segundo, de 1834 a 1838, fue posible debido a la muerte de Valle ocurrida a pocas semanas de conocerse su victoria electoral sobre Morazán. La Constitución permitía al segundo candidato más votado, en este caso Morazán, asumir la vicepresidencia, pero como Valle falleció, el líder liberal asumió, por ley, la presidencia. No hubo tal dictadura como denunciaron los detractores del militar.

Durante sus dos períodos al frente de la Federación. Morazán logró la separación de la Iglesia y El Estado, lo cual incluía la libertad de cultos, la eliminación de los diezmos pagados a la Iglesia por el Estado, y que la educación fuera laica.

Gobernar las cinco provincias no fue tarea fácil para el héroe. Sus medidas no solo encontraron oposición por parte del alto clero y los conservadores centroamericanos. También muchos liberales se opusieron a medidas tomadas por el gobernante como la descentralización de la justicia.

A pesar de que Morazán solo tuvo una educación formal de 18 meses en la escuela, se refugió en las bibliotecas para leer a los sabios de la ilustración, y sobre la doctrina liberal que abrazó en su carrera política. Por eso ha sido catalogado como esos hombres geniales que nacen cada 5, 000 años.

Su fusilamiento ocurrió el 15 de septiembre de 1842, exactamente 21 años después de la independencia de Centroamérica con la cual nada tuvo que ver. Sin embargo, durante las fiestas patrias hay quienes, por desconocimiento de la historia, resaltan su figura como un prócer independentista. Hace falta más ilustración popular sobre su vida política, que una largo feriado con su nombre.