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Emprender sin saber cómo

  • 16 septiembre 2024 /

En Honduras, uno de los mayores retos para el emprendimiento juvenil no reside solo en la falta de capital o en las barreras burocráticas. El problema comienza mucho antes: en la falta de educación y capacitación empresarial desde una etapa temprana. La mayoría de los jóvenes que sueñan con emprender carecen de una base sólida en gestión de negocios, lo que dificulta no solo la creación de empresas, sino su sostenibilidad a largo plazo. Las instituciones educativas, desde los niveles secundarios hasta los universitarios, no brindan una formación suficiente en temas como finanzas, marketing o planificación estratégica, dejando a los jóvenes

emprendedores sin las herramientas necesarias para enfrentar un entorno competitivo. A menudo se argumenta que el emprendimiento es algo que “se aprende en el camino” y que la

experiencia es el mejor maestro. Si bien es cierto que muchas lecciones valiosas provienen del ensayo y error, la falta de una formación básica en temas empresariales puede condenar a un joven emprendedor antes de que siquiera tenga la oportunidad de aprender esas lecciones. Las habilidades como la planificación financiera, la creación de estrategias de marketing y la gestión de recursos humanos son esenciales para cualquier emprendimiento, y aprenderlas “sobre la marcha” solo incrementa las probabilidades de fracaso. Apostar por la educación empresarial no es una opción, es una necesidad para que los jóvenes puedan desarrollar empresas viables desde el principio, sin perder tiempo ni recursos en errores evitables. Para solucionar este problema, propongo que los planes de estudio a nivel secundario y universitario incluyan asignaturas de emprendimiento, enfocadas en enseñar los fundamentos empresariales de manera práctica. Programas de capacitación, mentoría y talleres impartidos por profesionales del sector también serían clave para complementar la educación formal. El gobierno y las instituciones privadas deberían colaborar para crear fondos destinados a financiar estos programas, asegurando que los jóvenes tengan acceso gratuito a la educación empresarial. Invertir en la formación empresarial de las nuevas generaciones es crucial para garantizar el éxito no solo de los emprendedores, sino del país en su conjunto.