18/12/2025
01:39 AM

El Triángulo Dorado, hogar de “El Mayo”

Rafael Virgilio Padilla

El Triángulo Dorado es una región de México conocida por su importante producción de drogas ilícitas, en particular la amapola y la marihuana. Esta área abarca partes de tres estados: Sinaloa, Durango y Chihuahua. El nombre “Triángulo Dorado” se deriva de la configuración geográfica y el alto valor de las drogas producidas allí, haciéndose eco del término utilizado para una zona similar de producción de opio en el sudeste asiático.

Geográficamente, el Triángulo Dorado mexicano se caracteriza por un terreno áspero, paisajes montañosos y una población relativamente escasa. La cadena montañosa de la Sierra Madre Occidental domina esta región, proporcionando un entorno ideal para el cultivo de drogas. Las áreas remotas y de difícil acceso ofrecen protección contra los esfuerzos de aplicación de la ley, lo que las convierte en un lugar favorable para actividades ilegales.

Históricamente, el Triángulo Dorado ha sido un centro de cultivo y tráfico de drogas desde al menos mediados del siglo XX. El cultivo de amapola - la cual se utiliza para producir heroína - y la marihuana comenzó a florecer en esta zona debido a la alta demanda en Estados Unidos y otros mercados internacionales. Con el tiempo, la región se convirtió en un nodo crucial en el tráfico mundial de drogas. Organizaciones criminales como el Cartel de Sinaloa desempeñan papeles dominantes en esta zona.

Una de las figuras más influyentes del Triángulo Dorado es Ismael “El Mayo” Zambada, un notorio narcotraficante y líder del Cartel de Sinaloa. Nacido en Sinaloa, Zambada ha estado profundamente involucrado en el narcotráfico durante décadas. Es conocido por su perspicacia estratégica, estableciendo extensas redes para la producción y distribución de drogas. El Mayo ha mantenido un perfil relativamente bajo en comparación con otros líderes del cartel, lo que le ha permitido evadir la captura y sostener sus operaciones desde los 1970’s. Desde la captura del Chapo Guzmán en 2014, las autoridades mexicanas reconocen a El Mayo como el capo de drogas más poderoso de México. Al día de hoy, El Mayo tiene más de 76 años.

Ismael ‘El Mayo’ Zambada ha sido una figura legendaria en las montañas de Sinaloa, las cuales le han servido de refugio a lo largo de su carrera de más de 50 años en el narcotráfico. A pesar de los numerosos operativos de las fuerzas de seguridad mexicanas en su contra, nunca ha sido capturado. Según la Fiscalía Mexicana, El Mayo fue quien planeó y ejecutó la segunda fuga del Chapo, con el propósito de reducir la presión de las autoridades mexicanas sobre él.

Las operaciones de El Mayo Zambada en el Triángulo Dorado han estado marcadas por una combinación de violencia y planificación logística sofisticada. Ha supervisado el cultivo de grandes cantidades de adormidera y marihuana, coordinando su procesamiento y tráfico a los mercados nacionales e internacionales. Bajo su liderazgo, el Cartel de Sinaloa ha empleado diversos métodos para transportar drogas, incluidos túneles, aviones y rutas marítimas.

Las condiciones socioeconómicas del Triángulo Dorado han influido significativamente en su papel en la producción de drogas. La región está marcada por la pobreza y las oportunidades económicas limitadas, lo que lleva a los agricultores locales a dedicarse al cultivo de cultivos ilegales de alto valor. La agricultura tradicional en estas zonas montañosas a menudo no es rentable y la naturaleza lucrativa del cultivo de drogas ofrece un medio de supervivencia para muchos residentes. Esta dependencia económica de actividades ilícitas ha perpetuado un ciclo de violencia e inestabilidad en la región.

Los esfuerzos para combatir la producción y el tráfico de drogas en el Triángulo Dorado mexicano han sido extensos, pero enfrentan numerosos desafíos. Las iniciativas del gobierno mexicano, a menudo apoyadas por Estados Unidos, han incluido operaciones militares, programas de erradicación y proyectos de desarrollo destinados a proporcionar medios de vida alternativos a los agricultores. A pesar de estos esfuerzos, la naturaleza arraigada del tráfico de drogas y la influencia generalizada de los poderosos cárteles de la droga, incluidos los liderados por El Mayo Zambada, han obstaculizado avances significativos.