04/12/2024
01:59 AM

El show de Fujiyama

Alfredo Haces

Es admirable la buena labor de Shin Fujiyama, un japonés estadounidense residente en Honduras desde 2007 que se ha convertido en una persona que apoya la educación a través de la construcción y restauración de centros educativos.

Es todo un show como influencer en las redes sociales y en sus diferentes actividades y presentaciones a nivel nacional y fuera del país, pero también últimamente relacionado en el campo de la política vernácula, como en la restauración de la escuela Dionisio de Herrera en la parte alta de la ciudad donde viven los ricos de San Pedro Sula, acompañando al dinámico y polémico alcalde sampedrano, Roberto Contreras. Recientemente Fujiyama fue nombrado “embajador de la educación en Honduras”, por la Secretaría de Educación en la entrega de Premios de Ciencia, Arte y Literatura, donde también reconocieron a otros ciudadanos como al maestro de generaciones, Santos Arzú.

También apareció con el controversial y atípico ministro de Educación, Daniel Sponda, y con el cuestionado diputado Edgardo Casaña, en unos centros educativos de El Progreso, Yoro, en fechas pasadas.

Esa buena voluntad del filántropo, Fujiyama, quedaría de auxiliar de apoyo al Gobierno. Pues el presupuesto de la Secretaría de Educación del país del 2024 es de L.40,752.600, con un promedio 16,700 escuelas a nivel nacional.

Hay 71,652 docentes para atender a 1,849,823 de estudiantes y un promedio de 700,000 menores fuera del sistema educativo en los últimos años. Es decir, dinero y escuelas hay, lo que faltan son docentes y una mejor administración. Que bueno sería que Fujiyama y Yeimy, su esposa, a sus 35 hijos adoptivos y el original que está por nacer, los educaran hasta que fueran docentes y el pueblo hondureño lo podrían nombrar hasta “emperador”, en un país llamado Honduras.