Déjeme hacerle una pregunta: ¿está listo para el regreso de Jesús? Si usted busca la palabra “listo” en el diccionario le aparecerán varios significados: “Diligente”, “preparado” o “avisado”.
Pero creo que el significado que mejor ensambla al hablar del regreso de Jesús es este: “Dispuesto para hacer algo”.
Jesús mismo abordó el tema de su regreso haciendo énfasis en dos puntos importantes: uno, su regreso será inesperado; y dos, al ser su regreso inesperado, debemos mantenernos vigilantes.
El escritor bíblico lo pone así en boca de Jesús: “Cuando yo... venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé. En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación.
La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo... venga otra vez. Si en ese momento hay dos hombres trabajando en el campo, me llevaré a uno y dejaré al otro.
Si dos mujeres están moliendo granos, me llevaré a una y dejaré a la otra. Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez. Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara. Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo... llegaré cuando menos lo esperen” (Mateo 24:37-44, TLA).
Estar listos para el regreso de Jesús involucra, entonces, en mi opinión, primero que todo, una disposición en el corazón a hacer algo. Ese algo es: prepararse y estar atento.
Como bien lo planteó un comentarista; “No se trata de una vigilancia que espera que algo suceda en el futuro inmediato; más bien, se trata de estar preparado para lo que pueda venir”. ¿Usted ya lo está haciendo, querido lector?