La palabra provisión es una palabra compuesta. Pro: antes; y visión. Antes de la provisión siempre tiene que haber una visión, nunca una visión tendrá el recurso alcanzable, la visión siempre nos tendrá que obligar a soñar y a depender de algo sobrenatural, en este caso es Dios.
Nuestras provisiones nunca alcanzarán igualar a nuestras visiones en el momento en que las recibimos, pero la provisión está escondida hasta que comenzamos a actuar en la visión.
Es decir, a toda persona que tiene un sueño y una visión le vendrá la provisión. Seguramente se preguntará usted: ¿De dónde? La respuesta es que nuestra visión recibirá la provisión desde un lugar llamado eternidad, donde Dios la ha puesto delante de nosotros.
Dios nos llama a entender lo que es la PROVISIÓN. Primero comprender que la palabra prosperidad significa estar tranquilo, reposado, pacífico, estar seguro, feliz, saludable. Es una palabra que habla de armonía y Dios dice “voy a darte una provisión”, siempre y cuando usted tenga de cerca una visión y aleje de su vida la ambición.
Dios da provisión a un hombre visionario pero no a una persona ambiciosa, la persona egoísta que tiene su propia ambición definitivamente estará viviendo en limitaciones, estará viviendo escasez y por lo tanto no podrá ensancharse.
Pero Dios da provisión a aquellos que tienen una visión, ¿Cuál visión?, una visión de Reino, una visión de expandirse a la derecha y a la izquierda, sin los límites que marca la ambición humana sino con la fuerza de una visión divina.
Usted lo ha vivido, cuando usted recibe algo, usted lo expande, lo comparte, lo trasciende a su familia, en su negocio, en su empresa, a sus empleados. Usted ve la provisión de Dios cuando se mueve en la visión que el cielo ha encendido en su corazón.
Dios nos llama a ser personas provistas de todo lo que necesitemos para activar nuestra visión; para ello es necesario que seamos asimismo proveedores a través de una ofrenda, un pacto o una primicia que surge precisamente de la provisión de Dios.
Me refiero a la provisión porque mucha gente lamenta y dice que no tiene para el día que está viviendo, y pasa con su familia a “coyol quebrado, coyol comido”, que ciertamente es una situación difícil; pero, si usted quiere ver la provisión de Dios empiece a soñar, empiece a verse más allá, empiece a ver su empresa en otro nivel, su negocio, su familia, su ministerio, su llamado y su propósito. Dios se encargará de proveer.
Sea de los que no se sientan al lado del camino a lamentar las situaciones difíciles de la vida y levántese valientemente a caminar y correr tras esa hermosa visión divina. La provisión vendrá, solamente tiene que arreglar su corazón.
Hoy es un tiempo de paz, de pureza, arregle su corazón y la provisión de Dios viene para usted.
