06/12/2025
05:31 AM

El desierto moderno

Jibsam Melgares

Los pastores árabes tienen fama de conocer a todas sus ovejas. A finales de la década de 1980, durante un alzamiento palestino, el ejército israelí decidió castigar una aldea cerca de Belén por no pagar impuestos. El oficial encargado reunió todos los animales de la aldea y los encerró en un gran aprisco de alambre espinoso. Unos días más tarde, una mujer se le acercó para suplicarle que dejara libre a su rebaño, explicándole que su marido había muerto y aquellos animales eran su único sustento. El oficial señaló el corral con cientos de animales y le dijo, con sorna, que lo que le pedía era imposible, ya que los animales estaban todos mezclados y no podía saber cuáles eran los suyos. Ella le preguntó si estaría dispuesto a permitir que se los llevara si ella conseguía separarlos del resto. Él dijo que sí. Un soldado abrió la puerta y el hijo de aquella mujer confeccionó rápidamente una pequeña flauta de caña. El muchacho comenzó a tocar con insistencia una sencilla melodía y pronto, aquí y allá, algunas ovejas fueron levantando la cabeza. El muchacho siguió interpretando aquella tonada y se fue a su casa seguido de su rebaño de veinticinco ovejas.

Todos sabemos que el desierto es un lugar peligroso, lleno de trampas, animales amenazantes y un clima hostil. Aunque no nos percatemos de ello, hoy en día vivimos en una especie de desierto moderno. Nuestras sociedades están cargadas de violencia, caos moral y mucho egoísmo. Ante este escenario tan amenazante, ¿cuál es nuestro pastor? ¿Qué voz seguimos? ¿Tenemos certeza que quien está guiando nuestras vidas nos llevará a un lugar seguro? ¿En quién o en qué ha puesto usted su confianza? ¿Materialismo, consumismo, secularismo, cientificismo, hedonismo o cualquiera de los ismos?¿El horóscopo tal vez? Yo le recomiendo a alguien que no falla. Su nombre es Jesús. Él es un pastor diestro y valiente. Y si usted se sujeta a su liderazgo, si sigue su voz, él le brindará la seguridad y felicidad que nadie más le podrá ofrecer. ¿Quiere intentarlo?