“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”: Víctor Hugo.
Todos tenemos una danza molecular que impulsa la vida; en honor al bioquímico británico sir Hans Krebs esto representa una obra maestra que desempeña una importancia en la producción de energía en nuestras células de un proceso llamado respiración celular. La importancia de este ciclo es que no solo genera la energía, sino también es un reciclador eficiente y esto asegura que la maquinaria celular funcione. Las vitaminas desempeñan como la riboflavina, niacina, tiamina y ácido pantoténico son fundamentales en el metabolismo productor de energía. Si no existiera este ciclo de vida y sin esta energía las células del cuerpo morirían y obviamente el organismo también, esto ocurre cuando alguien se asfixia, al no haber oxígeno no se produce la combustión de la glucosa que genera CO2. Hay un ciclo de vida que nadie puede omitir la independencia, vida de pareja o matrimonio, crianza de los hijos, separación de los hijos adultos y la etapa de senectud o madurez; en toda familia se da la crisis, la pérdida de empleo, cambio de hogar siempre se dan y ayudan a comprender y aceptar las ventajas y los límites de la fase de la vida en la que nos encontramos. “Por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante”. Hebreos 10:33 RVR60.
Evidenciar la prueba bíblicamente en cuanto ataca la vida del ser humano atrae la atención, ante los demás es el tiempo de demostrar la presencia y el poder de Dios que el Señor está trabajando un milagro y poder liberar la vida; nunca emanar remordimiento, amargura y autocompasión que solo genera muerte y destrucción es tiempo de sacar la mejor energía como el ciclo de Krebs.