Un iracundo guardia de seguridad privada asesina a un ingeniero industrial en un centro comercial de San Pedro Sula de una forma vil, grotesca y cobarde al inferirle un primer disparo en el abdomen y seguidamente cinco disparos más en diferentes partes del cuerpo mientras estaba tirado en el suelo.
La víctima, Maynor Reyes Mata, un joven ingeniero que andaba en misiones de labores en la reparación de aires acondicionados de una de las tiendas de ese centro comercial sampedrano y quien sostuvo una discusión con el guardia de seguridad y luego salió del edificio, fue esperado por el guardia, quien le apuntó con el arma y le dijo que levantara las manos, y Reyes Mata obedeció, sin saber que luego le empezaría a disparar para luego darse a la fuga, mientras el herido fue trasladado al IHSS, donde se confirmó su muerte.
Este tipo de hechos donde guardias de seguridad asesinan a clientes de centros comerciales, bancos y vecinos de colonias y barrios es preocupante, debido al estado emocional alterado de estos furiosos y agresivos hombres uniformados de cualquier color de las innumerables empresas de seguridad, que cuentan con más de 80,000 guardias a nivel nacional.
Los dueños de estas empresas, la mayoría, son militares jubilados de barras y estrellas que explotan a estos uniformados con salarios menos que mínimos y sin derechos laborales. Con horarios esclavizados de 12 horas y hasta 24 horas corridas.
Estos hombres mal pagados, con hambre, sed, desvelados, asoleados, sudados, cansados y con una escasa educación de relaciones humanas y armados son un peligro latente para los demás. Señores patrones, consideren con mejores salarios, respetándoles sus derechos laborales y humanos a estos guardias iracundos que se han convertido en una amenaza en un país llamado Honduras.
