17/12/2025
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Covidad

  • Actualizado: 21 diciembre 2020 /

Muchos pretenden seguir forzando una normalidad que simplemente ya no existe.

Sergio Banegas

Los médicos de mi patria están cansados física y emocionalmente; jamás se habían enfrentado a una circunstancia como la actual: enfermedad nueva, gobierno corrupto, población indisciplinada, falta de insumos en los centros hospitalarios; y todo en un mismo combo.

Nuestros gobernantes han dado positivo en corrupción desde antes de la pandemia: ofreciendo 94 hospitales en marzo, aprobando presupuestos altísimos que han sido manejados de forma oscura, comprando cascarones en Europa que no están en funcionamiento, con cómplices de sus fechorías en todos los niveles sociales y aún religiosos.

Con ese diagnóstico los galenos han pretendido elevar su voz pero ésta ha sido apagada por la maquinaria mediática que pretende que la población vaya como cordero al matadero gastando los ínfimos recursos en nimiedades histriónicas de la Covidad y que con ello solo se asegura un enero muy sombrío.

Muchos pretenden seguir forzando una normalidad que simplemente ya no existe, los niveles de positividad en la población hondureña son altísimos, de hecho, los informes nocturnos de la agencia gubernamental ni siquiera se acercan a la realidad pues jamás ha existido una estrategia correcta de identificación del avance de la pandemia.

Es así que los doctores, personal de enfermería, intensivistas, y todo el personal hospitalario se ve impotente y completamente rebasado ante la demanda de atención en las salas Covid19.
Más vale abstenerse y asumir responsabilidad por nosotros mismos y por aquellos a quienes amamos que arriesgarse que sea la última navidad que compartamos; es asunto de sentido común, prudencia y sabiduría.