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06:13 AM

Como si no lo fuera

  • 26 mayo 2024 /
Emy James

Algo muy curioso sucede con el tema de las Islas de la Bahía, no sé si todos lo hemos ya notado; que una buena mayoría de personas tanto las isleñas y las que no lo son, cuando hablan se refieren a esta parte del país como si en realidad no lo fuera, y lo hacen de manera inconsciente, diría yo.

Y es que en realidad esta exótica porción de Honduras es muy diferente al resto. Lo mismo sucede con La Mosquitia. Cuando uno se adentra a estos lugares siente como si estuviera en otro lado, en cualquier otra isla del Caribe, por ejemplo, hablando de Roatán, Utila y Guanaja donde la cultura es totalmente diferente al resto del país, comenzando por la comida, las playas, la diversidad de razas ahí encontradas (mucha gente de fuera conoce o ha oído mencionarlas) y hasta el idioma.

E igual, cuando se pasa mucho tiempo ahí (o se ha nacido o criado isleño) cuando se vuelve a la costa, la diferencia se siente porque se siente. De todas maneras, es raro escuchar a los extranjeros residentes en Roatán, por ejemplo, referirse a los oriundos del lugar como “isleños” y a todos los demás como “hondureños”. Pero más extraño es saber que todavía hay gente “de la otra Honduras” que nunca ha visitado esa parte del territorio porque siente que viajar ahí tiene las mismas implicaciones que hacerlo al extranjero o, más raro todavía que los haya quienes creen que se necesita un pasaporte para llegar allá. ¿No es eso acaso un poco increíble? Es decir, en todos lados existe cierta “rivalidad” podría decirse entre las personas que viven en el sur, los que viven en el norte y los de la capital, en otros países. Pero ya considerar a un departamento nacional como algo ajeno al país, creo que va más allá de nuestra comprensión... hasta que recordamos lo que hemos leído en nuestros libros de historia.

Tanto estos territorios isleños como los de La Mosquitia, pertenecían al poderoso imperio inglés, por lo tanto, estaba habitado por ingleses y otros europeos, esto por allá del siglo XVII y el XIX que fue cuando llegaron los primeros prisioneros negros (o fueron traídos, mejor dicho) a las Islas de la Bahía como esclavos ingleses (de ahí sus apellidos) y que sean conocidos también como “creole” que es como se denomina a un descendiente de los colonos europeos en el Caribe, América Central o América del Sur.

Luego, en el mismo siglo XIX, a don José Santos Guardiola se le ocurrió que sería buena idea incorporar estos territorios a Honduras y lo consiguió, por medio del Tratado Lennon Wyke-Cruz. Pero a todos nos queda claro que esto no pasó de ser un mero tecnicismo porque la realidad es que hasta el día de hoy y más que nunca quizás, los isleños se sienten muy cómodos siendo únicamente “isleños” y el resto del país no parece perder el sueño por esto.