Me enviaron una foto del ministro de Educación portando en su camisa la bandera de Cuba y no la nuestra, y esto hizo que recordara un episodio casi olvidado de nuestra historia llamado el consorcio de la Florida.
A finales de la década de 1960, el Gobierno de turno quiso hacer un tratado educativo con el estado de la Florida, la idea principal era capacitar allá en el idioma inglés a 2,000 maestros y ellos una vez en Honduras capacitar a otros tantos miles y con ese personal hacer la educación pública bilingüe inglés-español.
Hubo una gran manifestación de los maestros del sector público y privado del país en contra de ese proyecto; en esos tiempos, las escuelas con sistema americano eran escasas.
El proyecto no prosperó.
Pero las oportunidades no se pierden, sino otras personas las aprovechan, y los emprendedores educativos vieron que esa idea era muy buena y de ahí surgieron las escuelas sistema americano que ahora existen en todos los departamentos del país.
Actualmente, el Ministerio de Educación desea alfabetizar a toda la población analfabeta contratando maestros cubanos, a los que hay que darles su salario, logística y todas las cosas que necesitan los maestros para su trabajo.
Irán donde sean necesarios y con ellos sus ideas propias de su sistema socialista.
Sabemos que el Gobierno tiene una gran deuda interna, que hay desempleo y muchos compatriotas pueden hacer ese trabajo de alfabetización.
Los únicos beneficiarios de este proyecto educativo serán los maestros cubanos, pues comerán mejor y podrán expresar sus ideas socialistas con la bendición del Gobierno.
Cuba pues tendrá dinero de nuestros impuestos y la oportunidad de conocer nuestra idiosincrasia y adoctrinar a ese pueblo y tener más influencia en la región, esto beneficia su geopolítica; pero no a la nuestra.
Y no creo que los emprendedores educativos vayan a copiar el modelo cubano.
