03/12/2023
12:54 AM

“Amor”

  • 15 febrero 2023 /

Hace dos días festejamos el llamado Día de San Valentín, dedicado a la celebración del amor y la amistad, un objetivo aparentemente noble, y de origen cristiano, pero que la sociedad consumista occidental del siglo XX y XXI ha terminado por secuestrar, deformar y paganizar por completo.

El amor es uno de los conceptos más complejos de entender para el ser humano, explicarlo es muy difícil, y dilucidarlo en unas cuantas líneas sería una tarea prácticamente imposible, por ello quisiera dedicar este espacio para recordar y divulgar el magisterio del recordado Benedicto XVI, en torno a la reflexión del amor en su acepción romántica: “El vasto campo semántico de la palabra “amor”: se habla de amor a la patria, de amor por la profesión o el trabajo, de amor entre amigos, entre padres e hijos, entre hermanos y familiares, del amor al prójimo y del amor a Dios.

Sin embargo, en toda esta multiplicidad de significados destaca, como arquetipo por excelencia, el amor entre el hombre y la mujer, en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma, y en el que se le abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible en comparación del cual palidecen, a primera vista, todos los demás tipos de amor. El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido: en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—, y en el sentido del “para siempre”.

El amor engloba la existencia entera y en todas sus dimensiones, incluido también el tiempo. No podría ser de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definitivo: el amor tiende a la eternidad.

Ciertamente, el amor es “éxtasis”, pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios: “El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará “ (Lc 17, 33), dice Jesús en una sentencia suya que, con algunas variantes, se repite en los Evangelios (cf. Mt 10, 39; 16, 25; Mc 8, 35; Lc 9, 24; Jn 12, 25).

Con estas palabras, Jesús describe su propio itinerario, que a través de la cruz lo lleva a la resurrección: el camino del grano de trigo que cae en tierra y muere, dando así fruto abundante. Describe también, partiendo de su sacrificio personal y del amor que en éste llega a su plenitud, la esencia del amor y de la existencia humana en general.” (DEUS CARITAS EST. No 2 y 6)