05/12/2025
12:10 AM

Algo tiene que pasar

  • 21 abril 2024 /
Emy James

Hace poco mencionaba un poquito en broma un poquito en serio, lo largo que nos resulta el famoso túnel que atravesamos a veces, ese que tiene al final la tan ansiada y buscada luz. Pero a veces ni siquiera es un túnel lo que nos alberga sino un laberinto, un verdadero callejón sin salida. Ya sabe, esos días, a veces semanas que se la vive buscando solución a un asunto importante y simplemente no lo encuentra. Llega un momento en que se deja caer en el sillón y piensa para sí mismo; “ya no sé que más hacer”. Y como definitivamente el darse por vencido no es una opción para esto que estamos aspirando, seguiremos en la tal vez infructuosa búsqueda por un tiempo más.

A veces sucede que, en el fondo, bien en el fondo nuestro y por alguna razón que aún no traemos a la consciencia, no queremos que esto se resuelva y no nos hemos dado cuenta de todas las zancadillas que nosotros mismos nos hemos puesto en el camino. Lo contrario pasa cuando ya hemos analizado los pros y contras de realizar aquello que perseguimos y decidimos continuar intentándolo, porque seguiremos hasta alcanzarlo. Entonces no nos dejamos caer en la pereza, en la postergación, no buscamos a las personas que ya sabemos no están de acuerdo con aquello. Descansamos cuando sabemos que debemos hacerlo, para reponer energías y seguir. Escribimos acerca de ello para tenerlo más claro cada vez que consultamos el papel. Nos empapamos de las experiencias de otros, sus dificultades y satisfacciones al recorrer ese camino que ya nos propusimos recorrer. Vamos y venimos en pos de todo lo que tenga que ver con aquel objetivo, vivimos enfocados, ignoramos el ruido de los alrededores. Nada que veamos o escuchemos nos pondrá a tambalear porque esta es una decisión tomada. Ella Wheeler Wilcox decía que “no hay suerte, destino ni fortuna que pueda eludir, entorpecer o controlar la firme resolución de un alma decidida”.

De cuando en cuando nos asaltará la realidad de las posibilidades de que esta empresa fracase. Aquí tratamos de abrir la mente, planeamos y escribimos un plan b, “por si son peras o son manzanas”. Salgan como salgan las cosas, entenderemos que de todas maneras experimentaremos la sensación de haberlo intentado todo.

Las posibilidades de derrota aumentan únicamente si no pusimos nuestro mayor esfuerzo. Hemos aprendido a creer en nuestras propias habilidades, destrezas y capacidades y en consecuencia es que estamos accionando. Hemos construido y seguimos construyendo una base sólida para confiar en lo que estamos haciendo.

No es solo una cuestión de fe sino de hechos. Si hacemos algo al respecto, algo tiene que pasar, para bien o para mal.