Por: Stephen Castle/The New York Times
LONDRES — Adquirido por 27.50 dólares después de la Segunda Guerra Mundial, el manuscrito descolorido y con manchas de agua albergado en la biblioteca de la Facultad de Derecho de Harvard había atraído relativamente poca atención desde su llegada en 1946.
Eso está a punto de cambiar.
Dos académicos británicos han descubierto que se trata de una versión original del año 1300 —no una copia, como se creyó durante mucho tiempo— de la Carta Magna, el documento medieval que contribuyó a establecer algunas de las libertades más preciadas del mundo.
Es uno de sólo siete documentos de ese tipo de esa fecha que aún existen. El valor del manuscrito es difícil de estimar, aunque una versión de la Carta Magna de 710 años de antigüedad se vendió en el 2007 por 21.3 millones de dólares.
Nicholas Vincent, profesor de historia medieval en la Universidad de East Anglia, en Inglaterra, señaló que el documento, que compromete a los gobernantes de la nación a actuar dentro de la ley, había reaparecido en un momento en que Harvard se encontraba bajo una presión extraordinaria por parte de la Administración Trump.
“Es casi providencial que haya aparecido donde está en este momento en particular”, dijo.

El descubrimiento se produjo en gran medida por casualidad.
En diciembre del 2023, David Carpenter, profesor de historia medieval en el King’s College de Londres, se hallaba en su casa en Londres, examinando las imágenes digitales de la Facultad de Derecho de Harvard como investigación para un libro, cuando abrió un archivo que contenía una sola hoja de pergamino de la Carta Magna.
“Y pensé: ‘Dios mío, esto me parece un original’”, recordó Carpenter.
Carpenter envió un correo electrónico a Vincent. Ambos académicos pudieron confirmar la autenticidad del manuscrito después de que la Facultad de Derecho de Harvard lo fotografió bajo luz ultravioleta y lo sometió a diversos niveles de imágenes espectrales, que pueden realzar aspectos de los documentos históricos indetectables para el ojo humano.
Al compararlo con seis originales conocidos previamente del año 1300, los profesores descubrieron que el texto coincidía —al igual que las dimensiones: 48.9 centímetros por 47.3 centímetros. La caligrafía utilizada en el manuscrito, con una gran “E” mayúscula al comienzo de “Edwardus” y letras alargadas en la primera línea, también coincidía.
Vincent cree que el documento podría ser una Carta Magna perdida, emitida en su día para el antiguo distrito parlamentario de Appleby-in-Westmorland, en el norte de Inglaterra, y mencionada de manera impresa por última vez en 1762.
La Carta Magna se ha convertido en un símbolo global de la importancia de las libertades fundamentales. Al limitar el poder del monarca, llegó a representar el derecho a la protección contra gobiernos arbitrarios e injustos.
Existen en total 25 manuscritos originales de la Carta Magna, producidos en diversas épocas. Incluyendo el de Harvard, sólo tres se encuentran fuera de Gran Bretaña.
La Facultad de Derecho de Harvard compró su versión a un comerciante de libros jurídicos londinense, Sweet & Maxwell, que había adquirido el manuscrito en diciembre de 1945 a la casa de subastas Sotheby’s.
“Jamás esperé descubrir una Carta Magna”, dijo Carpenter.
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