Se dispara virus debilitante transmitido por mosquitos

El calentamiento global acelera la expansión del chikungunya con brotes en América Latina, Asia y Europa.

  • 01 de septiembre de 2025 a las 14:55 -
The New York Times

Por: Stephanie Nolen/The New York Times

Un virus transmitido por mosquitos, que puede dejar débiles a las personas infectadas durante años, se está propagando a más regiones del mundo, a medida que el cambio climático crea nuevos hábitats para los insectos portadores.

Este año se han reportado más de 240 mil casos del virus chikungunya en todo el mundo, incluyendo 200 mil casos en Latinoamérica y 8 mil en China. Las autoridades chinas han implementado urgentemente medidas de salud pública que evocan la respuesta al Covid-19.

También se han reportado casos en Francia e Italia. La enfermedad es endémica en México.

La Organización Mundial de la Salud advierte que los patrones de transmisión actuales se asemejan a un brote mundial que infectó a 500 mil personas hace 20 años, contribuyendo a un aumento en nuevas discapacidades.

“Hay personas que trabajaban, sin discapacidades, y de un día para otro, ni siquiera pueden escribir en un teléfono ni sostener una pluma”, dijo Diana Rojas Álvarez, quien encabeza la labor sobre chikungunya en la OMS.

Al igual que el zika y el dengue, el chikungunya es un virus ARN transmitido por mosquitos. Dos especies de mosquitos, Aedes aegypti y Aedes albopictus, transmiten el chikungunya. Entre cuatro y ocho días después de una picadura, una persona puede presentar síntomas como fiebre, dolor articular y sarpullido.

Vacuna

A diferencia del dengue y el zika, el chikungunya enferma a la mayoría de las personas que infecta. En raras ocasiones, el chikungunya puede matar a niños pequeños y adultos mayores.

Los síntomas del chikungunya se vuelven crónicos en hasta el 40 por ciento de las personas infectadas, con dolor articular debilitante que dura meses o años.

Entre el 2005 y el 2007, más de dos tercios de todas las discapacidades —incluyendo las causadas por cáncer, artritis y diabetes— reportadas en India fueron resultado de un brote de chikungunya que se extendía por el País.

Un trabajador rocía insecticida tras reportes de casos de chikungunya en Hong Kong en julio. (Tyrone Siu/Reuters)

Para finales del 2024, se había reportado la transmisión del virus en 199 países, en todos los continentes salvo la Antártida. La OMS estima que 5.6 mil millones de personas viven en zonas donde pueden vivir los mosquitos que transmiten el virus. Estos mosquitos pican durante el día.

El cambio climático está impulsando la propagación de los mosquitos portadores del chikungunya. Un mundo más cálido y húmedo proporciona un hábitat más adecuado. Y los fenómenos meteorológicos extremos pueden provocar una mayor reproducción en las inundaciones —o desplazar a personas, que se congregan en zonas con deficiente suministro de agua y sanidad.

El mosquito Aedes albopictus ha expandido notablemente su presencia en Europa en los últimos años: se ha detectado en Ámsterdam y Ginebra. En Sudamérica, el Aedes aegypti es vector del virus y prolifera en barrios de bajos recursos de ciudades en rápido crecimiento con sistemas de agua deficientes.

Las personas parecen desarrollar inmunidad al chikungunya tras una infección, por lo que si se propaga por una zona puede pasar un par de décadas antes de que haya suficientes personas inmunológicamente vulnerables como para provocar otro brote. Sin embargo, en lugares como India y Brasil, las poblaciones son tan grandes que el virus circula constantemente.

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Hay dos vacunas contra el chikungunya, pero son producidas en cantidades limitadas para su uso principalmente en viajeros procedentes de países industrializados. La vacuna más reciente, fabricada por Bavarian Nordic, se vende a unos 270 dólares por inyección en Estados Unidos, un precio muy superior al alcance de un país como Paraguay, que ha sufrido inmensos brotes de chikungunya. El Instituto Butantan de Brasil está trabajando en la creación de una versión más económica de otra vacuna. Ninguna de las dos vacunas cuenta actualmente con la recomendación de la OMS que podría acelerar el desarrollo de un producto costeable.

Otra forma de proteger a las personas es reducir los sitios que pueden servir como criaderos de mosquitos. En China, las autoridades sanitarias han estado yendo casa por casa en busca de agua estancada.

Rojas dijo que la OMS intentaba determinar qué proporción del aumento actual se debía a nuevos casos y qué proporción a la transmisión que ya se estaba produciendo, pero que no se había registrado adecuadamente. Hay un examen de diagnóstico molecular que detecta simultáneamente zika, dengue y chikungunya, pero más países necesitan adoptarla.

©The New York Times Company 2025

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Staff NYTimes
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