The New York Times
Por: Jeffrey Gettleman, Amelia Nierenberg y Johanna Lemola/The New York Times
Las fuerzas rusas han estado fortificando bases y construyendo infraestructura militar cerca de la frontera con Finlandia, revelan imágenes satelitales recientes, en acciones que podrían indicar su estrategia para lo que suceda tras la guerra en Ucrania.
Las imágenes, confirmadas por funcionarios de la OTAN, muestran hileras de nuevas tiendas de campaña; nuevas bodegas para vehículos militares; renovaciones a refugios para aviones de combate; y una actividad de construcción constante en una base de helicópteros en desuso.
Hasta ahora, estas acciones parecen ser las primeras etapas de una expansión mayor y a largo plazo, y los funcionarios de la OTAN afirman que esto no se parece en nada a la concentración de tropas en la frontera con Ucrania antes de la invasión a gran escala de Rusia en el 2022. Por ahora, Rusia, ocupada por su guerra en Ucrania, tiene muy pocas tropas en la frontera, y los finlandeses insisten en que nada de esto representa una gran amenaza —aún.
Pero Finlandia es uno de los miembros más recientes de la OTAN, tras unirse hace dos años, y estas medidas reflejan sin duda la percepción de una amenaza por parte de Moscú: esta frontera de mil 300 kilómetros es ahora la línea de contacto más larga de la alianza occidental con Rusia. Los analistas predicen que podría convertirse en un punto conflictivo, ya que gran parte de ella yace en el disputado Círculo Polar Ártico.
Las tropas estadounidenses y finlandesas realizaron recientemente un elaborado simulacro de guerra ártica en esta región, con cientos de soldados corriendo por los bosques y los finlandeses deslizándose entre los árboles en esquís. ¿El presunto enemigo? Rusia.
Las autoridades de defensa finlandesas predicen que, si termina la fase de alta intensidad de la guerra en Ucrania, Rusia destacamentará a miles de tropas a la frontera finlandesa.
Los finlandeses creen que tienen aproximadamente cinco años antes de que Rusia pueda aumentar sus fuerzas a niveles amenazantes. Pero confían en que sucederá y que el número de tropas rusas que se enfrenten a ellos se triplicará.
Desde la perspectiva de Moscú, los rusos necesitan reforzar sus defensas para protegerse de la expansión de la OTAN, un tema siempre delicado. Los países bálticos fueron los primeros miembros de la ex Unión Soviética en unirse a la OTAN, lo que acercó grandes tramos de la frontera rusa a la de la OTAN. La perspectiva de que Ucrania, una ex república soviética aún más grande, también se uniera fue tan amenazante para Moscú que la invadió.
“Después de la guerra, es probable que la fuerza terrestre rusa sea mayor que antes del 2022. Parece claro que priorizarán las áreas que colindan con la OTAN”, dijo Michael Kofman, investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace en Washington.
Las imágenes satelitales mostraron que helicópteros rusos regresaron a una base cerca de Múrmansk, una ciudad portuaria en el Círculo Polar Ártico, tras 20 años de ausencia.
Docenas de aviones de guerra rusos fueron avistados recientemente en la base aérea de Olenya, también en el Ártico y a menos de 160 kilómetros de la frontera con Finlandia, revelan imágenes satelitales.
“Están expandiendo sus brigadas a divisiones, lo que significa que las unidades cerca de nuestras fronteras crecerán significativamente —en miles”, declaró Emil Kastehelmi, analista en el Black Bird Group, una organización finlandesa que analiza sucesos militares.
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