Por: Sharon LaFraniere
y Pavle Kosic/The New York Times
WASHINGTON — Durante el último año, la familia Trump ha recorrido el mundo para firmar acuerdos inmobiliarios —a menudo con gobiernos extranjeros— que plantean preocupaciones éticas.
Uno de esos proyectos ha conducido a una investigación penal contra funcionarios locales. La indagación surgió después de que conservacionistas serbios pusieron en tela de juicio a su Gobierno y, por extensión, a la familia del Presidente estadounidense.
Jared Kushner, el yerno del Presidente Donald J. Trump, tiene un trato con el Gobierno serbio para construir un complejo hotelero y de departamentos de 500 millones de dólares en el centro de Belgrado, la capital. El proyecto también involucra a la Organización Trump, dirigida por los hijos del presidente, Eric y Donald Jr., ya que el hotel de lujo llevará la marca Trump.
El complejo reemplazaría las ruinas de lo que se conoce como Edificio del Estado Mayor, parte de un complejo militar dañado por las bombas de la OTAN en 1999. Sirve como un símbolo del sufrimiento de los serbios durante el conflicto.
En noviembre del 2024, una semana después de la reelección de Trump, el Gobierno serbio declaró que el sitio ya no era considerado un bien culturalmente protegido. Esto allanó el camino para el proyecto de la familia Trump.
Escándalo
Docenas de arquitectos e historiadores culturales del paraestatal Instituto de la República para la Protección de los Monumentos Culturales acusaron al Gobierno de violar la ley. Varios días después de la decisión del Gobierno, enviaron una carta indicando que la condición de “bien cultural inamovible” del inmueble sólo podía revocarse si un equipo de expertos del instituto la aprobaba. Y no había sido así.
“Desde el principio, supimos que era una decisión política”, dijo Estela Radonjic Zivkov, ex subdirectora del instituto. Aseguró que fue presionada por agentes de inteligencia estatales para que no retara al Gobierno, una señal del interés de los líderes serbios en el proyecto. Lo hizo de todos modos.
Ahora, siete meses después, el proyecto de la familia Trump se ha convertido en un escándalo serbio y en un ejemplo de hasta qué punto es capaz un Gobierno extranjero de favorecer los intereses financieros de la familia Trump. Esto pone de relieve la preocupación de que los negocios de la familia se han vuelto cada vez más difíciles de separar de las decisiones oficiales del Presidente Trump.
Los estudiantes universitarios serbios, que han liderado protestas masivas contra Aleksandar Vucic, el Presidente autoritario del País, han utilizado el escándalo como un ejemplo de lo que consideran la corrupción de su Gobierno. A finales de marzo, miles de personas hicieron una manifestación en el lugar.
El mes pasado, ellos y otros detractores celebraron una victoria sorpresiva.
El fiscal serbio contra el crimen organizado acusó a Goran Vasic, jefe de Zivkov y director del instituto cultural, de abuso de poder. La fiscalía afirmó que Vasic admitió haber falsificado un documento para poder justificar despojar al sitio de su estatus de protección.
Nadie sabe hasta dónde llegará la investigación. Pero una pregunta que se ha planteado públicamente es si Sinisa Mali, el poderoso Ministro de Finanzas de Serbia, presionó a los funcionarios de patrimonio cultural para que apoyaran el proyecto o renunciaran. Mali tiene vínculos con la Casa Blanca a través de Ric Grenell, aliado de Trump desde hace mucho tiempo y actual enviado para misiones especiales.
Mali se ha negado a comentar sobre el proyecto, alegando que la investigación continúa. Affinity Partners, la empresa de Kushner, dice que el trato está bajo revisión. Vucic, el Presidente de Serbia, ha minimizado la investigación penal, afirmando que “no hubo falsificación alguna”.
Mientras tanto, la investigación de la fiscalía sigue adelante. Zivkov, actualmente conservadora principal en el instituto, declaró haber sido entrevistada en mayo. La fiscalía indicó que había otros 34 nombres en la lista pendientes de ser interrogados.
Eric Lipton contribuyó con reportes a este artículo.
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