Por: Emma Bubola y Lucía Cholakian Herrera/The New York Times
BUENOS AIRES — Parejas cancelaron sus planes de fin de semana para sintonizar el programa. Amigos se apiñaron en sofás y las charlas familiares reportaban las novedades más recientes. Pero el espectáculo —la comidilla en toda Argentina, con más de un millón de espectadores— no fue un partido de futbol de Lionel Messi ni un debate presidencial.
Se trató de un video en vivo de crustáceos, esponjas y pepinos de mar arrastrándose en el cañón de Mar del Plata, frente a la costa argentina.
La transmisión en vivo transformó un proyecto de exploración marina en una sensación en internet y a los mariscos en abanderados de quienes se oponen a las amenazas del Presidente Javier Milei de recortar y privatizar la ciencia financiada por el Estado.
El proyecto marino, liderado por científicos del Conicet, el consejo científico nacional de Argentina, ha acaparado la primera plana en los periódicos, se ha convertido en tema de conversación en programas de televisión y ha sido proyectado en una discoteca de Buenos Aires. Los espectadores han adoptado a un pepino de mar morado como su “pequeño camote”, han dado el nombre de Barbie a una langosta rosa y han hecho arte de una estrella de mar que parece salido de “Bob Esponja”.
“Es muy cautivadora”, dijo Natalia Costanzo, de 45 años, restauradora de Buenos Aires, sobre la transmisión, que había estado viendo con su familia. “Y es un acto de resistencia”.
Recortes
Milei ha buscado frenar la inflación crónica de Argentina y disminuir su déficit fiscal, provocando la indignación de los progresistas y elogios de los conservadores por su enfoque drástico. Ha recortado el presupuesto para investigación científica en más del 20 por ciento desde el 2023. Cientos de investigadores han perdido sus empleos desde entonces, y muchos otros han abandonado sus puestos.
Los defensores del Conicet han citado sus logros, incluyendo el trabajo en vacunas contra el coronavirus y fósiles de dinosaurios desenterrados en la Patagonia.
Los investigadores de la reciente expedición se han abstenido de hacer comentarios sobre política. Sin embargo, otros científicos y sus simpatizantes organizaron protestas este mes contra las políticas del Gobierno, donde los científicos repartieron galletas en forma de estrella de mar.
“¡Viva el mar y el Conicet!”, escribió Juan Grabois, un político de la Oposición, en X al publicar un video de la estrella de mar, añadiendo que Milei “nunca comprenderá la belleza de nuestro País ni la grandeza de nuestra gente”.
Cuando los moluscos entraron al debate público, los partidarios de Milei dirigieron su desprecio hacia los habitantes del fondo marino.
“Muy bien”, escribió Daniel Parisini, un influencer cercano a Milei, en X. “Pero, por desgracia, vamos a tener que destruirlo todo para extraer petróleo y enriquecernos”.
Los investigadores han intentado centrar la atención en los invertebrados. “El foco son los animales”, dijo Daniel Lauretta, quien encabeza la expedición. “Lo importante no somos nosotros”.
Magdalena Bargero, de 32 años, fotógrafa argentina residente en San Sebastián, España, comentó que a menudo ve “otras cosas, como el traslado de elefantes a un santuario en Brasil, y creo que fui la única rara viendo eso”. Pero ahora, “mis amigas me envían fotos”, dijo, como “durante el Mundial”.
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