Por: Michael D. Shear/The New York Times
El asesinato de dos empleados de la Embajada israelí el 21 de mayo afuera de un museo judío en Washington fue un ejemplo extremo de lo que funcionarios y otros llaman un aumento global de incidentes antisemitas que surgió después de que terroristas de Hamas mataron a más de mil 200 personas y tomaron 250 rehenes el 7 de octubre del 2023.
Los ataques contra personas y propiedades judías se han duplicado o incluso triplicado desde los ataques de Hamas y se han mantenido a niveles históricamente altos al tiempo que Israel ha librado una campaña de bombardeos y un sitio a la ayuda durante 19 meses que el Ministerio de Salud de Gaza sostiene ha causado la muerte de más de 50 mil palestinos.
Grupos que monitorean los crímenes de odio dijeron que el ataque de Hamas y la guerra posterior contribuyeron a incitar decenas de miles de incidentes, incluyendo casos de abuso verbal, una avalancha de ataques en las redes sociales, vandalismo con temática nazi, amenazas personales y ataques violentos resultando en muertos y heridos.
“En general, hubo más incidentes que antes del 7 de octubre —esa impresión perdura”, dijo Uriya Shavit, director del Programa de Estudios Religiosos en la Universidad de Tel Aviv, que produce uno de los informes anuales más completos sobre antisemitismo a nivel mundial.
Shavit y otros comentaron que podría ser difícil definir qué se considera un incidente antisemita en un momento de creciente indignación política en todo el mundo, particularmente por la conducta de Israel en la guerra.
La mayoría de los casos de antisemitismo denunciados distan mucho de la violencia que estalló frente al Museo Judío del Capitolio, donde el Comité Judío Americano ofrecía una recepción para jóvenes diplomáticos.
“Muchas personas que no son extremistas activos en el sentido que la mayoría de la gente entendería, aún así emplean un lenguaje extremista”, afirmó Dave Rich, director de políticas en Community Security Trust, una organización judía sin fines de lucro que monitorea el antisemitismo en Gran Bretaña.
Sin embargo, datos recopilados de agencias gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro en todo el mundo sugieren que las autoridades están teniendo dificultades para contener la mayor ola de incidentes de odio contra los judíos registrada en décadas.
En Francia, se registraron mil 570 incidentes antisemitas en el 2024, una cifra ligeramente inferior a la del 2023, pero que aun así representa un aumento del 260 por ciento respecto al 2022, arroja el informe más reciente de la Universidad de Tel Aviv. En Alemania, el número de casos relacionados con expresiones de odio contra los judíos se duplicó en el 2023, alcanzando los 5 mil 671, halló el estudio, y cayó a 5 mil 177 en el 2024. Hubo tendencias similares en Argentina, Canadá, Australia, México y otros lugares.
En Gran Bretaña, el número de incidentes antisemitas en el 2024 fue 112 por ciento mayor que dos años antes, alcanzando los 3 mil 528, arrojan datos recopilados por Community Security Trust. De ellos, 201, o alrededor del 6 por ciento, fueron agresiones físicas. Alrededor de la mitad de los 3 mil 528 incidentes incluyeron discurso incendiario sobre el conflicto entre Israel y Hamas, junto con expresiones explícitas antijudías.
El tiroteo en el museo es el tipo de suceso sobre el que muchos activistas judíos han estado advirtiendo.
“No se puede trazar una línea directa entre el campus y el arma”, dijo David Wolpe, rabino emérito del Templo del Sinaí en Los Ángeles y profesor visitante en la Escuela de Divinidad de Harvard cuando estallaron las protestas en el campus el año pasado.
“Pero los campus normalizaron el odio y anatematizaron a los judíos”, dijo. “En ese contexto, la violencia es tan previsible como atroz. Después de todo, ‘globalizar la intifada’ luce mucho como esto”.
Anemona Hartocollis, Ruth Graham, Lizzie Dearden e Isabel Kershner contribuyeron con reportes a este artículo.
©The New York Times Company 2025