El canciller de Venezuela, Yván Gil, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en la que expuso su preocupación por la presencia de buques de guerra estadounidenses en el mar Caribe, los cuales —según dijo— representan una “amenaza” para la estabilidad regional.
Gil informó a través de su cuenta en Telegram que el diálogo tuvo lugar en el marco de la presidencia de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante la llamada, el funcionario venezolano advirtió que “sectores políticos de Estados Unidos” buscan justificar un despliegue bélico, lo que pondría “en riesgo la estabilidad del continente”.
El ministro aseguró que el Gobierno de Rusia expresó su respaldo y solidaridad con Venezuela, reiterando su compromiso con la preservación de América Latina y el Caribe como una “Zona de Paz”.
Ambos cancilleres coincidieron en la necesidad de reforzar la cooperación multilateral dentro de la ONU, el Consejo de Seguridad y el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, con el objetivo de garantizar el respeto a la soberanía y al derecho internacional.
La conversación se produce pocos días después de que el Parlamento venezolano, de mayoría chavista, aprobara un proyecto de asociación estratégica y cooperación con Rusia, del que no se han revelado detalles.
Este acuerdo fue presentado inicialmente el 18 de septiembre, y según el diputado oficialista Roy Daza, responde a un “nuevo momento en la geopolítica mundial” y busca promover un diálogo político de alto nivel, el respeto a los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos.
La aprobación del convenio se da en medio de un contexto de tensión en el Caribe, tras el despliegue militar de Estados Unidos, que argumenta su presencia como parte de una operación contra el narcotráfico.
Caracas, por su parte, lo considera una maniobra de presión política orientada a promover un “cambio de régimen” en Venezuela.