La vida del corresponsal es muy dura. Si no, que se lo pregunten al periodista de la BBC Quentin Sommerville, destinado en Oriente Próximo.
El bueno de Quentin es objeto ahora de muchos comentarios jocosos tras hacer él mismo público ahora un vídeo de hace cuatro años en el que intenta hacer una crónica y no puede proseguir con la grabación porque no puede parar de reír. ¿El motivo? Las drogas, opio para más señas, que estaban ardiendo a su lado y que acabó inhalando.
'Rápido, sólo necesitamos una toma más' repite una y otra vez al cámara, visiblemente afectado por la inhalación de las drogas. Sommerville estaba efectuando un reportaje en Afganistán sobre, precisamente, la quema de drogas como el opio o el hachís cuando fue víctima del tema que estaba investigando. Él mismo ha bromeado en Twitter sobre el vídeo.