Montevideo, Uruguay.
En un rincón de la céntrica Plaza Independencia de Montevideo, Roberto Cataldo custodia con pasión manuscritos y primeras ediciones de García Lorca, Onetti, Borges o Buñuel.
Este uruguayo de 71 años ha dedicado el último siglo de su vida a rescatar libros, mapas, fotografías y todo tipo de documentos históricos.
En su librería, fundada en 1973, atesora joyas como un manuscrito del poeta mexicano Alfonso Reyes, de 1939, o una de las primeras ediciones de “El pequeño príncipe”, de Antoine de Saint-Exupery.
Consigue sus reliquias comprando colecciones particulares o en subastas. Y aunque asegura que no tiene favoritos, recuerda con especial emoción cuando tuvo el poema Solidarité, del poeta francés Paul Éluard, ilustrado con grabados de Picasso y Miró.
'Yo, por ejemplo, la carpeta esta que estoy hablando, el poema ‘solidarité’ la vendí en 1982, hace más de treinta años y lo recuerdo como si fue ahora, son ese tipo de piezas que uno tiene una vez en la vida, nunca más', dijo Roberto Cataldo, dueño de librería El Galeón.
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El futuro de su negocio es incierto. Los coleccionistas de libros antiguos son cada vez menos y nada parece detener el avance del libro digital.
Pero él confía en la supervivencia del libro. 'Tengo una expectativa con respecto a la gente, a la sensibilidad de la gente, que no es lo mismo, tomar un libro, y ver si tiene ilustraciones, si en realidad es de...el manejo del libro para mi tiene una sensualidad, algo que en realidad pienso, o espero que no muera nunca”, añadió Roberto Cataldo, dueño de librería El Galeón.
Muestra de su pasión es su acervo que, distribuido en cuatro pisos, alcanza los 100,000 volúmenes. Texto y video de AFP.
