05/12/2025
04:19 PM

Un autobús con droga, posible móvil del ataque a estudiantes

  • 07 septiembre 2015 /

La CIDH desbarató la teoría de la fiscalía mexicana sobre la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa.

Ciudad de México.

La toma de un autobús cargado de droga oculta pudo ser el móvil del ataque armado y la desaparición de 43 estudiantes en la ciudad mexicana de Iguala hace casi un año, señalaron hoy expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El grupo que investiga el caso hace seis meses indicó en un informe presentado hoy en la capital mexicana que la noche del 26 de septiembre de 2014 los jóvenes se apoderaron de cinco autobuses para trasladarse, pero la investigación no da cuenta de uno de ellos.

Según testimonios de los estudiantes que sobrevivieron a los ataques de esa noche en Iguala por parte de policías y documentos contradictorios en torno a dicho vehículo de la empresa Estrella Roja, entre otras evidencias, muestran que este autobús es 'central' en la investigación.

La toma de los autobuses en Iguala para desplazarse a la capital mexicana a fin de participar en una manifestación podría haberse cruzado con la 'existencia de drogas ilícitas (o dinero)' en una de las unidades, específicamente en la de Estrella Roja, aseguró el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

En una comparecencia de prensa, el experto Carlos Beristain aseguró que 'el patrón de actuación' de los perpetradores de los ataques aquella noche muestra una intención de 'no dejar salir los buses de Iguala' y 'acabar con cualquier posibilidad de huida'.

Los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, aseguró el experto, no iban armados, ni boicotearon ningún acto político, ni atacaron a la población, como se señaló en distintas versiones.

Lea más: CIDH: Los 43 de Ayotzinapa no fueron incinerados en basurero

Además: Peña Nieto pide a México superar dolor por Ayotzinapa

La noche del 26 de septiembre de 2014 seis personas, entre ellos tres estudiantes, murieron en los ataques y 43 más fueron detenidos y entregados a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes supuestamente los asesinaron e incineraron en un basurero de Colula.