17/05/2025
03:12 PM

Trump, un presidente con la Casa Blanca y el Legislativo en sus manos

  • 09 noviembre 2016 /

El republicano ganó los estados claves como Ohio, Florida, Carolina del Norte, Iowa o Pensilvania.

%-HILLARY-CLINTON='228'
%-DONALD-TRUMP='290'
Washington, Estados Unidos.

Los estadounidenses querían probar algo distinto, y en un año de cambio, después de ocho con un demócrata en la Casa Blanca, no había candidato más nuevo que Donald Trump. Ninguno representaba mejor que él un puñetazo al sistema, el intento de hacer borrón y cuenta nueva con la clase política de uno y otro partido.

No importaron sus salidas de tono constante, ni sus mentiras, ni sus ofensas a los excombatientes, ni sus declaraciones machistas. No importó que EUA tuviese un presidente popular del mismo partido demócrata, ni que la economía hubiese crecido a ritmo sostenido en los últimos años y el desempleo se hubiese reducido a niveles de plena ocupación.

'Voté en favor de Trump, y contra el sistema. Trump dice muchas estupideces porque no es un político, no está entrenado (...) Pero lo más importante para el país es el comercio, las relaciones internacionales y la economía. Y la gente está quebrada y necesita un cambio', explicó Abteen Daziri, de 38 años y de origen iraní.

Junto a la hazaña de Donald Trump de llegar a la presidencia de Estados Unidos, los republicanos mantuvieron el control del Congreso, con lo que podrán poner plenamente en marcha el programa del nuevo mandatario.

Con la Casa Blanca y el Legislativo en sus manos, los republicanos tendrán el poder para deshacer las reformas del presidente Barack Obama, en particular su controvertida reforma de asistencia sanitaria conocida como 'Obamacare'.

De hecho, esta fue una de las promesas de campaña de Donald Trump, que asumirá el 20 de enero como 45° presidente de Estados Unidos.

El control del Senado y la Cámara de Representantes permite a los republicanos también tener mayor peso en los procesos de designación de muchos de los altos funcionarios del gobierno y los jueces de la Corte Suprema, tema crucial en Estados Unidos en tanto el máximo tribunal establece la dirección en los grandes temas sociales.

El mundo esperaba ver a la primera mujer en la presidencia de EUA, después de tener a un presidente afroamericano. Ocurrió lo inesperado. Los votantes eligieron a un demagogo, un hombre que ha reavivado algunas de las tradiciones más oscuras del país, que ha colocado en el centro del discurso político el insulto y la descalificación, un admirador de Vladímir Putin que amaga con reformular las alianzas internacionales de EE UU y lanzar un desafío al vecino del sur, México.

Su inexperiencia y escasa preparación alimentan la incógnita sobre cómo gobernará. Una teoría es que una vez en el despacho oval se moderara y que, de todos modos, el sistema de contrapoderes frene cualquier afán autoritario. La otra es que, aunque este país no haya experimentado un régimen dictatorial en el pasado, las proclamas de Donald Trump en campaña auguran una deriva autoritaria.

Foto: La Prensa

El presidente electo Donald Trump acompañadi de su esposa Melania.
Estados que le dieron el gane

Los cálculos de los principales medios estadounidenses otorgan al polémico empresario neoyorquino y candidato presidencial del Partido Republicano 279 votos electorales, frente a 228 de su rival demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, al lograr la victoria en Wisconsin y conseguir uno más de los que repartía Maine.

Con sus victorias en Florida, Pensilvania y Ohio Trump se aseguró la llave de la Casa Blanca. El empresario logró su victoria al imponerse en la mayoría de los estados clave, en ciertos casos contra pronóstico, como Ohio, Florida, Carolina del Norte, Iowa o Pensilvania, sin que la exsecretaria de Estado consiguiese victorias destacadas entre ellos.

El candidato republicano se impuso a Hillary igualmente en Pensilvania, estado elegido por la demócrata para dar su gran mitin de cierre de campaña arropada por el presidente Barack Obama, la primera dama, Michelle, y su marido, el expresidente Bill Clinton.

La remontada de Trump en las encuestas se produjo después de que, once días antes de las elecciones, el director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), James Comey, anunciase la reapertura del caso contra Clinton por el empleo de un servidor privado para sus correos electrónicos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013).

Su mérito consistió en entender el malestar de los estadounidenses víctimas del vendaval de la globalización, las clases medias que no han dejado de perder poder adquisitivo en las últimas décadas, los que han visto cómo la Gran Recesión paralizaba el ascensor social, los que asisten desconcertados a los cambios demográficos y sociales en un país cuyas élites políticas y económicas les ignoran.

Los blancos de clase trabajadora —una minoría antiguamente demócrata que compite con otras minorías como los latinos o los negros pero que carece de un estatus social de víctima— han encontrado en Donald Trump al hombre providencial. También la corriente racista que existe en el país de la esclavitud y la segregación halló en Trump un líder a medida.

Foto: La Prensa

Desde todos los rincones siguieron en directo las elecciones de EUA.


Un discurso conciliador

Lejos de su discurso nacionalista, proteccionista, xenófobo y populista de la campaña, Trump dijo que será un “presidente para todos los estadounidenses” y tendió la mano a sus detractores.

“Les pido su orientación y su ayuda para que podamos trabajar juntos y unificar nuestro gran país”, les dijo. También tuvo palabras de agradecimiento para Clinton, a la que felicitó por su duro trabajo durante la campaña y a lo largo de su carrera.

“Hillary ha trabajado mucho tiempo y muy duro (…) y le debemos una gran gratitud por su servicio a nuestro país”, señaló.

Clinton, quien llamó a su oponente para felicitarle por su victoria y se espera que comparezca en las próximas horas ante sus seguidores, perdió además en otros estados que debía haber ganado, como Michigan y Wisconsin, que en teoría eran feudos demócratas.

Imagen destacada
Alegría por triunfo de Trump
Entre gritos de alegría, los republicanos celebraron a lo grande el triunfo de Donald Trump, quien se convirtió la noche del martes en el 45 presidente de Estados Unidos, luego de derrotar a la demócrata Hillary Clinton. Ver galería
Qué pasará en América Latina

'Si (Trump) lleva a cabo lo ha dicho, esto va a reventar relaciones no solamente con América Latina sino con todo el mundo', dijo a BBC Mundo Michael Shifter, presidente Diálogo Interamericano, un centro de análisis en Washington D.C.

Lo que muchos América Latina temían es una realidad: Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, una sorpresa que puede traer el mayor cambio en las relaciones de Washington con sus vecinos continentales en décadas.

Clinton, quien llamó a su oponente para felicitarle por su victoria y se espera que comparezca en las próximas horas ante sus seguidores, perdió además en otros estados que debía haber ganado, como Michigan y Wisconsin, que en teoría eran feudos demócratas.