Sudán se convirtió ayer en uno de los primeros países en reconocer a Sudán del Sur, que se prepara en un ambiente festivo a proclamar el sábado su independencia, conquistada tras décadas de guerra.
El nuevo país, de casi 590,000 km cuadrados y 8,5 millones de habitantes, amputará a Sudán, que hasta ahora era el país más grande de África, de cerca del 24% de su territorio y del 20% de su población.
“La República de Sudán anuncia que reconoce a la República de Sudán del Sur como Estado independiente”, declaró a la televisión estatal el ministro de Asuntos Presidenciales, Bakri Hasan Saleh. Sin embargo, varias cuestiones importantes deben ser resueltas entre ambos países, como el estatuto de las provincias fronterizas.
El Consejo de Seguridad de la ONU decidió enviar una misión de 7.000 cascos azules y 900 civiles para contribuir a la construcción y a la seguridad del nuevo país.
Procedimiento
Las campanas de las iglesias repicaron ayer a medianoche, aunque sólo hoy Sudán del Sur se convertirá oficialmente en el 54º Estado africano, que será también uno de los más pobres.
Pero los habitantes de Juba, la flamante capital, parecían decididos a no dejar que las heridas del pasado ni los duros desafíos que les esperan les amarguen la fiesta.
Varios grupos bailaban en la calle bajo el abrumador sol de julio, y los obreros aprontaban las instalaciones de las ceremonias que se llevarán a cabo en el mausoleo John Garang, jefe de los insurgentes sudistas fallecido en un accidente de helicóptero pocos meses después de firmar el acuerdo de paz de 2005, que puso fin al conflicto. El proceso culminó en enero de 2011, con un referéndum en el cual el “Sí” a la independencia obtuvo la aprobación de casi el 99% de los habitantes del sur.
“Estoy tan feliz de haber conseguido la independencia, por eso estoy aquí”, dice Jhawawar Dawson, de 28 años, que trabaja como voluntario en los preparativos.